Castilla-La Mancha descarta restricciones adicionales contra la COVID porque «no hay necesidad»

El Gobierno regional reconoce que los contagios están creciendo pero remarca que la incidencia es la más baja del país y que la presión hospitalaria no aumenta en la misma proporción

«No tenemos la necesidad de tomar medidas adicionales». El Gobierno de Castilla-La Mancha ha descartado otra vez endurecer la normativa contra la COVID-19 vigente en la región y rechaza emular a otras autonomías limítrofes como la Comunidad Valenciana Castilla y León y Aragón, donde han decretado toques de queda en algunos municipios o se ha recortado el horario de la hostelería. También en Cataluña, Asturias y Galicia, entre otros territorios, se aplican nuevas restricciones ante el repunte de los contagios.

Blanca Fernández, la consejera portavoz, ha reincidido en el discurso que ya ha venido defendiendo el Ejecutivo castellano-manchego en las últimas semanas y que giran en torno a dos ideas-eje: la incidencia en Castilla-La Mancha es muy inferior a la media española y, aunque haya un aumento de contagios, este no se traduce en la misma proporción en un crecimiento de hospitalizaciones.

«Tenemos la tasa de incidencia más baja de España. A catorce días la tasa es de 127 casos por cada 100.000 habitantes y en el conjunto del país de 400. A siete días estamos en 72 por 100.000 habitantes y en la media española es de 250», ha ejemplificado la consejera. Ha enfatizado también que los pacientes de coronavirus ocupan un 1,5% de las camas convencionales del sistema sanitario regional y un 0,78% de los puestos UCI.

«Estamos en una situación de cierta tranquilidad aunque hago la enésima llamada a la prudencia», ha señalado Fernández en su habitual intervención de los miércoles ante los periodistas para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno. La dirigente autonómica ha explicado asimismo que los nuevos contagios se están concentrando entre los jóvenes aunque ha remarcado que en esas franjas de edad (de 12 a 19 años y de 20 a 29) los números de la autonomía son tres veces menos que los de la media del país.

«Estamos aguantando mejor la quinta ola en Castilla-La Mancha», ha aseverado, remarcando las diferencias con el panorama de la llamada tercera ola, cuando tras las Navidades hubo que cerrar numerosos establecimientos y servicios «porque venía el tsnuami». A su juicio «la vacunación se está notando» y también influye que «nuestro turismo no es de masificación y eso nos permite luchar de manera mucho más eficaz contra la pandemia que otros territorios».