Cuenca, una ciudadanía devota de la Virgen y de la Pilarica

Hoy 12 de octubre celebramos la Virgen del Pilar en el reino de España y nos toca hablar de nuestra ciudad donde se respira por sus hoces piedad mariana.

José María Rodríguez González, profesor e investigador histórico.

Si comenzamos por su parte alta, las vetustas piedras del soberbio y maravilloso templo catedralicio fue dedicado y lleva por nombre “Santa María” y no Santa María y San Julián, como se han empeñado en poner apellido a quien no lo tiene, y no es que tenga nada contra San Julián de quien soy devoto, pero a Dios lo que es de Dios… Fue nuestro rey Alfonso VIII quien dio ese nombre, queriendo dejar como relicario a Santa María, la Virgen, a quien rezaba y llevaba consigo el vencedor de las Navas y conquistador de Cuenca dejándonos a su Virgen, la de “Las Batallas”, hoy reconvertida en la Virgen del Sagrario, y puso a Julián como segundo Obispo de la diócesis de Cuenca. Ratificándome al pensar que los primeros aromas, por ende, que aspiró el pueblo de Cuenca reconquistado fueron aromas de la Rosa de los campos y del Lirio de los valles, y a Ella se dedicaba el primer templo gótico de España, que es nuestra Catedral.

Otro lugar mariano fue el barrio de Mangana. Corriendo por la historia, en el siglo XIV tenemos la que fue la Sinagoga del barrio de la Judería, Zapaterías, Mangana, etc., se convertía en Santa María la Nueva, otro hecho que denota la devoción de los antiguos judíos conversos. En la historia de Cuenca, viejas tradiciones nos hablan de hechos portentosos, origen de la devoción a la Patrona de Cuenca, la Virgen de la Luz, en la hoz del Júcar y dentro de esta Hoz tenemos también a la Virgen de las Angustias. ¿No son suficientes notas para afirmar la honda devoción del pueblo de Cuenca a la Madre de Dios?

Ante tanta referencia mariana ¿no había de tener devoción a la Pilarica, el Pilar básico de nuestra piedad mariana?

Algo nos diría que faltaba esa advocación, por ello en el siglo XVIII se erige la capilla que lleva su nombre en la Catedral. Y ¿Hay aragoneses en Cuenca? Por aquí pasó y descansa doña Teresa de Luna, aragonesa y madre del cardenal don Gil Carrillo de Albornoz, figura prócer conquense y ¿no sería ella quien pudo traer consigo la devoción a la Pilarica?, difícil parece negarlo, pero sea esto lo que quiera, he aquí lo que reza una nota que cuidadosamente guardo, sacada de carcomidos papeles de los archivos, tal vez de los más antiguos de la Catedral, del 22 de junio del año 1401: “este día di al pintor por pintar la imagen de Santa María del Pilar de la Claustra, 50 maravedíes”. Y esta otra: “Jueves, se compra una cuerda para la lámpara de la Virgen del Pilar”. Con estos escritos se confirma que estando en los albores del siglo XV ya era patente la devoción a la Virgen del Pilar y que por esas fechas había tomado asiento en la Catedral de Cuenca. Desconozco si hay muchas catedrales que puedan vanagloriarse de lo mismo que la nuestra.

Feliz día del Pilar.