De cumplirse las previsiones demográficas difundidas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) esta semana, la provincia de Cuenca multiplicará por cuatro (por 4,2) su número de centenarios en el plazo de tres lustros. El organismo gubernamental cifra en 65 el número de personas con 100 o más años que viven en este 2020 en territorio conquense. En 2034 serán 279, siempre según su proyección. El porcentaje de población centenaria pasará de 0,03% de la actualidad al 0,15%.
La predicción dibuja una pirámide poblacional cada vez más invertida -como en la clásica estructura de composición de textos noticiosos- con una cúspide cada vez más ancha y una base más estrecha. Las tendencia ahonda en el envejecimiento que ya padece la composición demográfica conquense; el futuro es el de una Cuenca cada vez más anciana.
Actualmente los mayores de 65 años suponen un 22,7% de los conquenses y dentro de quince años esa cifra se elevará al 29,9 %. Escrito de otra manera: tres de cada diez conquenses del futuro superarán la barrera en la que hasta hace poco estaba establecida la edad de jubilación. En España su peso es menor, pero también creciente: llegará al 26,49% desde el actual 19,85%.
La tasa de dependencia de población mayor significará un 51,3 % (35,6% en 2020), cifras que significan un aluvión de retos de sostenibilidad económica, sanitaria, asistencial y, también, sociológica y familar.
La edad media pasará de 46,04 años a 48,7 y la mediana (aquella que más se repite) tendrá que experimentar la crisis de los cincuenta: de 46,96 a 51,4. En el conjunto de España el primer índice se situará en 47,2 años y el segundo en 49,41.
El índice de envejecimiento (el porcentaje que representa la población mayor de 64 años sobre la menor de 16 años a 1 de enero de un año concreto) se disparará de acuerdo a estas predicciones: del ya elevado 170,4% al 252,77% en 2034. En todo el país se pasará del 129,6% al 218,5%.