Detectados nitratos en el agua de la red de Barchín del Hoyo que hacen que no se apta para consumo humano

El agua de la red general del Barchín del Hoyo no es apta para el consumo humano. Lo ha comunicado el Ayuntamiento a través de un anuncio en el que indica que los análisis realizados por la empresa Aquona el 30 de noviembre detectan valores de nitratos superiores a los permitidos por la normativa vigente.

El alcalde de Barchín del Hoyo, Enrique Santiago Heras, asevera que desde el Ayuntamiento se van a iniciar los trabajos necesarios para solucionar la incidencia en el agua de abastecimiento para la población.

La plataforma Pueblos Vivos Cuenca apunta a través de un mensaje en sus redes sociales que “estos resultados son como consecuencia de las mediciones que se han estado llevado a cabo por parte de miembros de Pueblos Vivos Cuenca en diferentes municipios de la provincia, en el marco de la campaña de Greenpeace que reclama mayor control de la contaminación de las aguas subterráneas”.

“Es un ejemplo más, de tantos y tantos municipios que presentan contaminación del agua de boca por prácticas agrícolas o ganaderas insostenibles”, sentencia Pueblos Vivos.

En este punto, recuerda que “Barchín del Hoyo es un pequeño municipio en la transición de la Serranía Baja a La Manchuela conquense de tan solo 95 habitantes, que tiene proyectada una macrogranja porcina con una capacidad de 6.000 cabezas de cebo, el equivalente a 14.795 animales al año, en el paraje Senda Solera, precisamente en parcelas que fueron arrasadas por el incendio forestal que se declaró en el verano de 2019 y por el que quemaron 2.822 hectáreas de terreno”.

“Desgraciadamente, a día de hoy, la contaminación del agua de boca es más frecuente de lo que nos gustaría dada la falta de control en las explotaciones agrícolas y ganaderas por parte de la administración. Algo que plantea una grave amenaza para la salud humana y los ecosistemas, y que nos aleja cada día más de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Un problema que subestiman tanto los poderes públicos con sus políticas medioambientales insostenibles, así como los agricultores y ganaderos”, concluye en su comunicado.