Del a 10 al 16 de mayo la provincia de Cuenca acumuló 53 casos de coronavirus. Fueron un 88 menos que la semana anterior. Una bajada del 62,4% que se manifiesta también en la dispersión geográfica de los brotes detectados. De 23 municipios con algún caso detectado se ha bajado a 18, de un total de 238. Y solamente en la capital, con 15, se supera la decena de infecciones.
La incidencia acumulada a siete días por cada 100.00 habitantes mengua en casi 45 puntos: de 71,89 contagios a 27,02. En el estrato más bajo de la horquilla del «riesgo medio», al borde de precipitarse al «riesgo bajo» en ese indicador.
Quintanar del Rey, pueblo que estuvo más de un día cerrado perimetralmente hasta que un auto del Tribunal Superior anuló la restricción, es el que experimenta el descenso más intenso, de 36 a 5 casos. Tarancón también mejora velozmente al bajar de 25 a 6 casos notificados. En Iniesta se reducen a la mitad, de 8 a 4 y la Fuente de Pedro Naharro se queda limpia de COVID tras los 4 positivos de la semana previa.
Contracíclicos se muestran Las Mesas (sube de 1 a 5) y San Lorenzo de La Parrilla y Mira, de la nada a tres. Casasimarro, por su parte, suma 2.
Sólo dos pueblos superan una incidencia acumulada de más de 1.000 casos por 100.000 habitantes. Son Salvacañete y Pozoamargo (1.311 y 1.034 respectivamente) pero son municipios con una población tan escasa que la tasa resulta estadísticamente distorsionada y sesgada. Quintanar del Rey se sitúa en 632 y Fuentenava de Jábaga en 613.
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