Conocer nuestra historia nos ayuda a configurar un mejor presente y, en consecuencia, un futuro más prometedor. Sucede en todos los órdenes de la vida, y esto incluye al ámbito deportivo. En las escuelas, en los recreos y tiempos libres, así como en las asignaturas de actividad física, cada vez se impulsa la práctica de deportes comunes (fútbol, baloncesto, balonmano o gimnasia), pero no se habla, ni tampoco se menciona, esos deportes tradicionales y autóctonos de Castilla-La Mancha. Si aún no estás familiarizado con estos deportes, permanece atento a estos párrafos o también puedes averiguar qué otros deportes existen consultan esta página de referencia.
Los juegos tradicionales aúnan esa forma de ser de nuestros antepasados con características físicas como la destreza y las habilidades. Eran deportes, asimismo, que impulsaban una vida en la calle, al contrario que lo que sucede en la actualidad, donde los más pequeños están muy familiarizados con actividades de ocio menos deportivas. ¿Y qué deportes y/o juegos tradicionales había antes en Castilla La-Mancha? Apunten algunos: el Boleo; el Caliche; la Calva; La Barra Castellana; La Billa, entre otros muchos. Algunos de estos juegos aún siguen vigentes y otros sólo cuentan con una minoría como practicantes o como juegos exclusivos de algún tipo de evento casi medieval.
Boleo
Imaginación, fuerza y habilidad son las tres características que debe tener todo practicante de este juego. ¿En qué consiste? Básicamente se trata de tirar, con una mano, una bola y que ésta recorra el mayor recorrido posible dentro de un trazado previamente anunciado a todos los participantes. Obviamente, sin salirse del de ese camino. Por cierto, esa bola pesa cerca de medio kilo.
Petanca
Este juego antiquísimo aún sigue tan vigente que incluso cuenta con unas reglas federativas y organismo que regula sus campeonatos. De manera somera, indicaremos que consiste en tirar una serie de bolas de dimensión pequeña y aproximarlas a un bolín, ganando ese equipo que más cerca deje su tirada del bolín.
El Caliche
Si no lo conocen con este nombre, quizá les suene si hablamos del juego del Chito o del Tangano. Todas las acepciones son válidas. El objetivo de este juego es lanzar, y derribar, una especie de tejos sobre un cilindro situado en el suelo y a una cierta distancia. A esta especie de prueba de puntería, la dificultad aumenta porque encima del cilindro existen unas monedas y éstas, al caer, deben quedar lo más cerca de ese tejo lanzado. Y así se elige el ganador.
La Calva
Otro juego de antaño basado en poseer una gran precisión y cierta fuerza: hay que lanzar una piedra o canto de cierto peso con el objetivo de derribar un palo o madero situado a una cierta distancia.
La Barra Castellana
Similar al anterior, en este juego también hay que saber mezclar en dosis perfectas la fuerza y habilidad. Se usa una barra cilíndrica de cierto peso que se usa para lanzarse a una determinada distancia.
La Billa
El lanzamiento vuelve a ser la tónica de este juego, así como la precisión a la hora de derribar unos bolos separados entre sí y a una cierta distancia. Se usa un cilindro como objeto de lanzamiento y con un peso superior al medio kilo.
