Más de 180 Ayuntamientos de la provincia de Cuenca presentaban proyectos para tres convocatorias publicadas por la Dirección General de Transición Ecológica. Las ayudas, destinadas a llevar a cabo estas actuaciones relacionadas con la eficiencia energética, la movilidad urbana y las energías renovables, «han sido suprimidas desde el Gobierno regional, sin previo aviso y habiendo invertido ya los Ayuntamientos tiempo y dinero que ahora no vamos a recuperar”, señalaba esta mañana Cayetano Solana, presidente del Grupo Popular en la Diputación y alcalde de Villaescusa de Haro.
También comparecía en rueda de prensa el responsable del PP de Cuenca, Benjamín Prieto, que mostraba su mismo malestar ante esta decisión unilateral del Gobierno de Page: “Es incomprensible que, de un presupuesto de 10.500 millones como el que maneja la Junta de Comunidades, supriman iniciativas tan necesarias para Cuenca como esta, que crean trabajo, dinamizan y mejoran nuestros municipios”.
Prieto recordaba cómo Page se encontraba, cuando llegaba a la Junta hace cinco años, «más de 1.140 millones de euros de fondos comunitarios, gestionados por el anterior gobierno de la popular Cospedal». «Está llevando a cabo una gestión mediocre y nefasta de este dinero, concebido para diferentes finalidades, pero con un objetivo único, el desarrollo rural», afirmaba.
Inversiones en patrimonio, turismo, el medio ambiente y la eficiencia energética eran los cuatro pilares a los que, según el PP, «deberían haberse destinado estas ayudas europeas». «En Cuenca seguimos igual o peor que en 2015. Parece que no contamos para el Gobierno regional ni siquiera en la designación de este dinero», ha insistido Prieto, “eso sí, Page no tiene problemas en habilitar partidas presupuestarias cuando se trata de contratar 120 asesores y altos cargos”.
En esta nueva supresión de fondos para Cuenca, en concreto esos más de 5 millones de euros, también «ha tenido un protagonismo especial la Diputación de Cuenca». El presidente del Grupo Popular, Cayetano Solana, se quejaba de «deslealtad institucional y estafa a los ayuntamientos» por parte de la institución conquense, «que se comprometió a financiar el 20 por ciento de los costes de las propuestas realizadas por los Consistorios, por los que muchos nos animamos a concurrir dado que no iba a suponernos ningún gasto». Ahora casi el 75 por ciento de los ayuntamientos de la provincia se encuentran con estos proyectos, «habiendo realizado un gasto y sin poder llevar a cabo esas iniciativas». «El gasto, en función de la convocatoria a la que se concurriese, ha podido llegar hasta los 4.000 euros», ha afirmado Solana.
El diputado provincial calificaba la situación de “inaudita” entre otras cuestiones porque “ni tan siquiera se ha comunicado oficialmente a los ayuntamientos la supresión de estas tres convocatorias”, además de crear un «precedente peligroso» con el resto de ellas como, por ejemplo, la destinada a renovación de abastecimiento de agua, “no nos atrevemos a elaborar los proyectos, dada la incertidumbre”, ha declarado.
Para Solana resulta paradójico que “la provincia vaya a dejar de percibir 5,5 millones de euros en proyectos de transición energética mientras la Junta de Comunidades crea una Dirección General específica para este fin y la Diputación de Cuenca, con su presidente a la cabeza, reitera una y otra vez su compromiso con las políticas medioambientales y con el cambio de modelo energético en nuestra provincia”.
