Un museo itinerante de emociones y certezas no apto para vulnerables al Síndrome de Stendhal. Eso es la procesión en El Calvario, que desde 2017 no ha podido completar su recorrido. Esta vez se conjura para que ni catástrofes mundiales ni pluviómetros impidan que se cumpla el guión. El primer acto empieza con la salida a las 12:30 horas de La Exaltación y El Descendimiento de San Esteban.
En las Concepcionistas se une con sus dos pasos la Cofradía de Las Angustias mientras que El Salvador alimenta al cortejo con las hermandades del Cristo de la Agonía y el de la Luz. Ya cronológicamente ordenados, los sacros conjuntos suben a la Plaza Mayor vía El Peso y Alfonso VIII. La bajada toma la alternativa de San Juan y Palafox para, en el llano, bañarse de multitudes antes de que cada imagen se despida en su iglesia de origen. El último adiós es el del Cristo de los Espejos, que se espera alrededor de las 20:15 horas.
