Beatriz Jiménez cumple quince días desde que detectó los primeros síntomas del coronavirus. Desde entonces, reconoce que ha pasado por «momentos complicados» pero, en la actualidad, asegura que se recupera de forma satisfactoria y se encuentra «casi al 100%». Agradece, de forma expresa, el trato recibido por el personal sanitario del Hospital Virgen de la Luz. Durante estos días, como tantos otros conquenses, ha sobrellevado el aislamiento domiciliario con resignación pero convencida de que «ahora lo fundamental es evitar los contagios, sobre todo a la gente mayor».
La diputada nacional del PP por Cuenca precisa que «estoy con síntomas desde el día 9, que es cuando me empecé a encontrar un poco mal a mediodía. Por la tarde, teníamos un acto por el Día de la Mujer en Cuenca pero ya no fui porque no me encontraba bien y pensé: ‘Uy, puede ser gripe o constipado. Por si acaso, ya no voy’. El siguiente paso fue llamar al 112 y, posteriormente, a un número habilitado por la Consejería de Sanidad de información para las personas que tuvieran síntomas. Estuve llamando durante tres días a esos números. Al principio, como el protocolo era más amplio, me dijeron que no era persona de riesgo. Al día siguente salió un caso en el Congreso pero como no había estado a menos de un metro, pues tampoco era persona de riesgo. Al tercer día volví a llamar porque había estado con Ana Pastor, que dio positivo, y me dijeron que me hacían la prueba el viernes. Pero el jueves no me encontraba nada bien de los pulmones. Lo que peor he llevado de esto ha sido la falta de aire porque, además, tengo asma». Fue en aquellas circunstancias cuando Jiménez atravesó uno de los peores momentos de esta enfermedad. «Estuve dos noches sin poder dormir absolutamente nada. Entonces, viendo que no me encontraba nada bien del sistema respiratorio y me costaba respirar, me acerqué al hospital para ver si me podían hacer una placa. Claro, ahora sabemos mucho del coronavirus pero entonces no sabíamos tanto. Y cuando me hicieron la placa, el jueves, tambien me hicieron la prueba y di positivo. Me dijeron que la placa había salido bien y me dijeron que aislamiento domiciliario. Si hubiese salido mal, me hubiesen ingresado en el hospital. Me vine a casa, el sábado se decretó el estado de alarma, se ha ampliado hasta el 12 de abril…así que seguiré hasta esa fecha sin moverme de mi casa».
Una de las cuestiones con la que tienen que lidiar los pacientes es la incertidumbre vinculada a unos procesos excepcionales y desconocidos. «A los cuatro o cinco días me llamaron por teléfono mi médico de cabecera y de Epidemiología para saber quienes habían sido mis contactos, preguntarme cómo iba…Pero ya no sé nada más, si me tienen que repetir las pruebas o no. Creo que sí, pero no se cuándo me las repetirán . Me imagino que tendré que dar negativo para que, en teoría, me dejen salir. En el fondo, me da un poco igual porque ahora tenemos que estar todos en casa. Pero como se leen tantas cosas. También he leído que tienes que dar dos negativos… Así que he pensado que esperaré tranquilamente y cuando me llamen de Epidemiologia de nuevo ya me dirán lo que tengo que hacer». En cualquier caso, quiere dejar claro que «no sé si me repetirán la prueba pero creo que, en vez de que me repitan a mi la prueba, es más urgente que se las hagan a gente que las necesite más porque esté empezando…Como tengo que estar en casa hasta que termine el estado de alarma, cuando quieran que me la repitan. Los que ya estamos bien no necesitamos tanto las pruebas ni que estén pendientes de nosotros».
«Lo peor ha sido la falta de aire pero fiebre apenas he tenido»
La diputada nacional por Cuenca reconoce que la evolución ha sido satisfactoria y, en la actualidad, puede hablar con conocimiento de causa sobre cómo se vive este enfermedad. «Me he recuperado bastante bien. La primera semana fue complicadilla. Tampoco se sabía tanto pero ahora ves los síntomas y piensas ‘Anda, pues yo lo tuve’. Lo que peor llevé fue la falta de aire. Es verdad que te quedas sin olfato y sin gusto. También me salieron calenturas alrededor en la boca pero, claro, no sabía si iba todo ello asociado al coronavirus. También tuve bastantes dolores de cabeza pero fiebre apenas he tenido, 38º fue lo máximo que tuve. Para mí ha sido un poco diferente a todo lo que he tenido antes y muy largo. Parecía que te encontrabas bien y al día siguiente volvías a estar con el cuerpo hecho polvo. Ha sido largo y pesado. La respiración aún no la tengo al 100% porque subo escaleras y me canso. Pero estoy ya mucho mejor. Creo que voy en la buena dirección».
Estas mismas fuentes han destacado que «hay que tener paciencia. Lo más importante ahora es evitar que la gente, sobre todo los mayores, se contagie y conseguir que tengan los mejores cuidados. En este sentido, quisiera destacar que en el hospital me trataron fenomenal. Estaban muy bien organizados, con unas medidas de seguridad…y un trato súper bueno. Hay que agradecerles que con el stress que llevan, con la carga de trabajo que tienen y que te sigan tratando con tanta amabilidad, hay que resaltarlo».
