El Colegio de Farmacéuticos de Cuenca pide que se vacune a los 65 profesionales que aún no han recibido dosis

El colectivo afirma que "no parece muy lógico que haya personal ambulatorio que por edad esté vacunado ya con las dos dosis y que en su farmacia el personal que los atiende día a día no esté vacunado"


El Colegio Oficial de Farmacéuticos de la provincia de Cuenca ha mostrado su malestar «ante el hecho de que no se haya completado la vacunación a todo el colectivo, somos profesionales sanitarios que estamos y hemos estado desde el comienzo de la pandemia al pie del cañón en primera línea de batalla» ha afirmado la presidenta del Colegio, Luz Moya, a lo que ha añadido que «es indignante que no se haya considerado la vacunación prioritaria al colectivo».

«Con los continuos cambios de criterio entorno a la vacunación que se han podido apreciar, a día 28 de abril no está vacunado todo el personal que trabaja en la oficina de farmacia de Cuenca» y, según informan desde el colegio, «quedan sin vacunar unas 65 personas». «Estos profesionales permanecen expuestos en sus puestos de trabajo, en la farmacia, recibiendo a pacientes COVID que a continuación pasan a confinarse pero que previamente van a la farmacia a recoger su medicación crónica y aguda» han resaltado.

Los farmacéuticos piden ser vacunados «con AstraZeneca, Pfizer, Moderna o la vacuna que las autoridades sanitarias consideren, así mismo muestran su disponibilidad como ya lo han venido haciendo a desplazarse al Hospital de referencia correspondiente, aun considerando un despropósito no ser vacunados en el Centro de Salud de su pueblo y tener que abandonar la farmacia para acudir en muchos casos con la premura de una cita sin planificar».

Desde el colectivo farmacéutico se ha remarcado que “la actitud, trabajo, profesionalidad y compromiso con la sociedad de los farmacéuticos ha quedado patente en esta pandemia; cuando las calles estaban vacías y no era obligatorio llevar mascarilla, los farmacéuticos permanecieron con la puerta abierta, atendiendo las necesidades de la población asumiendo un vacío sanitario que había quedado a pie de calle al estar los Centros de Salud cerrados y los hospitales colapsados, no exentos del miedo propio de la situación a caer presos de la enfermedad y llevarla a sus hogares y aun con todo este panorama nada favorable, la calidad asistencial propia de las farmacias no se vio comprometida manteniendo el servicio”.

Ahora lo único que pide este colectivo es «que se administre la vacuna a todos los que aún no han recibido ninguna dosis, no parece muy lógico que haya personal ambulatorio que por edad esté vacunado ya con las dos dosis y que en su farmacia el personal que los atiende día a día no esté vacunado».