Los abortos voluntarios registrados entre mujeres con residencia en Cuenca y provincia aumentaron un 10,8% en 2019 en comparación con el año anterior. Según los datos difundidos este martes por el Ministerio de Sanidad -y que, a pesar de su latencia son los más recientes de los que se disponen- durante el pasado ejercicio se contabilizaron 266 «interrupciones voluntarias del embarazo», lo que implica un aumento de 26 en términos absolutos.
En el territorio conquense no hay ningún centro público ni privado que practique abortos, pero la estadística del Gobierno de España sí que recoge y desglosa por provincias cuál es el domicilio de las mujeres que decidieron parar su gestación. La cifra del último año es casi idéntica a la de 2017, cuando fueron 265 contabilizados. Está por encima de los datos de 2016 (258) y 2015 (276).
En 119 casos no se había usado ningún método para tratar de impedir el embarazo, según explicaron las gestantes en el cuestionario que se les facilitó. 80 habían empleado métodos barrera (preservativo), 46 hormonales (píldora anticonceptiva), 2 barrera (tipo DIU) y 16 métodos naturales (temperatura basal, etc…). En tres casos no consta.
191 de las mujeres que abortaron el año pasado lo hicieron por primera vez. Otras 59 tenían ya tenían otra experiencia de este tipo. Para 12 era su tercer aborto, para ocho su quinto y una superaba la barrera de los 5.
Más de la mitad de ellas tenían ya hijos. 63 de ellas uno, otras 63 dos, 21 tres, 19 cuatro y 8 cinco o más. 114 no habían dado nunca a luz.
La información sobre el proceso la habían recabado mayoritariamente (172) en un centro sanitario público o por Internet (51). En 12 casos la fuente fue un centro privado, en 5 el teléfono de atención al ciudadano, en 28 amigos o familiares y en 1 en medios de comunicación. El resto, no consta.
197 de los abortos se practicaron en las ocho primeras semanas de gestación, 61 entre la semana 9 y las 14 semanas y 8 entre la 15 y 22.
La mayoría de las paralizaciones de embarazos (240) se realizaron a petición de la madre. En 20 casos se adujó como motivo grave riesgo para la salud o vida de la embarazada y en seis el de «riesgo de graves anomalías en el feto». No hay ninguno relacionado con «anomalías fetales incompatibles con la vida o enfermedad extremadamente grave e incurable».
En cuanto a las edades de de las embarazadas, la franja más frecuente fue la de 20 a 24 años (65) seguida de la franja de 30 a 34 (57) de 35 a 39 (54). Respecto a análisis anteriores, cada vez se va retrasando más la edad media de las mujeres que abortan en Cuenca, un proceso paralelo al envejecimiento general de la población o a la fecha en la que se tiene el primer hijo.
El grupo de 25 a 29 años, el más numeroso en otras provincias de la región, contabilizó 47 casos y el de menores de 19 un total de 27. Entre ellas, seis menores: una adolescente de catorce años, una chica de 16 años y cuatro de 17.
La estadística del Ministerio también desglosa por nivel de formación académica terminado. Hay una minoría de universitarias (30) y mayoría con el título de ESO o equivalente (111). Con Bachillerato o con FP hay 62 y con primer grado 53. Además, hay 5 personas analfabetas o sin ningún tipo de estudios.
