El escalador conquense Álex Garriga consigue la tercera repetición de la vía «Circo Ibérico»

Consigue su mayor logro al ser el segundo en repetir esta vía con un 9a/+ de dificultad

El escalador conquense Álex Garriga tan solo tiene 21 años. Está terminando el grado de Ingeniería de la Edificación y pese a su juventud y el confinamiento ha conseguido entrar en la «nueva normalidad» de forma excepcional. Desde el año pasado lleva un crecimiento imparable en la escalada deportiva y este fin de semana ha subido otro peldaño encadenando la vía más dura de su trayectoria: Circo Ibérico.

Circo Ibérico es una vía equipada que fue terminada hace doce años. En 2018 se ascendió por primera vez y solo había sido repetida una vez en febrero de 2020, poco antes del confinamiento. Ahora Álex Garriga ha conseguido la tercera repetición de la misma con doble dificultad: la propia de la vía y el conseguirlo tras meses encerrado en casa.

Durante la fase 3 ya fue conquistado vías de octavos altos, todas en Cuenca como la ascensión de Copadrina (8c+/9a), Palestina (8c+/9a) o Leire (9a). Hay que tener en cuenta que todo esto lo ha hecho después del confinamiento durante varios meses, aunque Álex se quita méritos. «Tengo una casa grande en Molinos de Papel y monté un pequeño rocódromo allí, así que no he parado y he podido entrenar continuamente».

Pese a que muchos escaladores suelen comentar que la escalada requiere de práctica continua para estar en condiciones de afrontarla, Álex no considera que le haya afectado demasiado el parón. «El confinamiento ha hecho que tenga que readaptarme, pero tampoco ha supuesto un cambio brutal. He entrenado mucho para estar fuerte y aunque algo de técnica sí se pierde, si estás motivado se recupera rápido» comenta.

Álex se ha propuesto encadenar todas las vías de Cuenca con alto grado de dificultad. El residir en Cuenca la permite el lujo de poder escalar vías de este calibre. «Lo bueno de escalar aquí es que las paredes están casi dentro de la ciudad y eso te permite poder escalar mucho y bien sin tener que desplazarte demasiado». Su especial satisfacción con las vías conquenses se encuentra en que ha crecido con ellas, viéndolas de lejos sin poder conquistarlas y ahora, las ha tachado de su lista.

Pese a que sus últimos logros le sitúan en un lugar privilegiado del mundo de la escalada, dice no fijarse demasiado en la repercusión. «Escalo porque me gusta. De la escalada no se vive habitualmente en España por lo que lo que yo hago es escalar y si luego llega la repercusión pues genial».

Su forma de mostrar sus logros al mundo en busca de este reconocimiento es a través de redes sociales. Sin embargo, tiene ciertas reticencias hacia la publicación en estas plataformas en ciertos sectores del mundo de la escalada. «Muchas veces, al igual que ocurre en otros deportes, no eres lo que haces sino lo que vendes». Considera que la las redes sociales son la forma de darse a conocer y conseguir patrocinadores pero cree que «hay que hacerlo con dignidad y evitando el postureo».

Respecto al futuro, una vez levantadas las restricciones a la movilidad, Álex aspira a volver a la parte que más le gusta de su deporte, conocer otros lugares y escalarlos. Entre sus posibles destinos se encuentran Huesca y Tarragona, pero tiene especial interés en escalar en el País Vasco. Pese a todo, Álex improvisa sobre la marcha con una intuición inusual para su edad. «Veo vídeos en Youtube para elegir las vías que me gustan, pero luego llego al sitio y encuentro más interesante otra y acabo haciendo esta en lugar de aquella» relata.

Con Circo Ibérico, Álex ha certificado la vía más compleja de cuantas ha escalado en Cuenca, pero el joven escalador conquense quiere seguir ascendiendo en los logros alcanzados hasta conquistar la cima.