Fran, el concursante conquense de Masterchef, ya es oficialmente semifinalista del concurso de talento culinario de Televisión Española. Oficialmente semifinalista y, de facto o virtualmente, finalista que conserva el pin de la inmunidad, lo que le permitiría librarse de una prueba de eliminación y acceder ya a la final. Casi nada. Normal que se sienta como todo un emperador romano.
¡Felicidades equipo rojo! @FranMChef9, @MeriMChef9 y @MariaMChef9 se convierten en los primeros semifinalistas de #MasterChef https://t.co/5KB3O2GWnE pic.twitter.com/3cngjGEWTp
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La clasificación para siguientes rondas no fue la única alegría que el de la Fuente del Oro se llevó en el programa emitido este martes. La más explosiva fue la inesperada visita de su mujer, Cristina, en aquel momento embarazada de su hija Valeria, y de su pequeño Cayetano, que cautivó a la audiencia. La familia fue antecedida por unas judías de esas de toda la vida, «en plato de la abuela de Duralex», como dijo Fran, en las que percibió que «copón, el chorizo viene del pueblo».
La presencia de los suyos fue todo un revulsivo para el conquense (fue el mejor en la prueba con u plato «La familia crece», en el que convivieron nuevas técnicas culinarias y «una miaja» pimentón) y permitió conocer hilarantes anécdotas como la de la copa de champagne que no Fran declinó tomarse con su novia en París justo después de haberle pedido matrimonio porque costaba 9 euros.
Si mi @FranMChef9 hubiera pagado la copa de champán a 9€ no sería mi Fran jajajajajajjajajajajaja #MasterChef pic.twitter.com/KssjEBBUH8
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