Quejas por la “degradación” del barrio de San Miguel: vegetación descontrolada, abandono, ruinas y basura

Uno de los vecinos critica la "pasividad" del Ayuntamiento pese a "las múltiples comunicaciones denunciando cómo ha ido empeorando el barrio"

Vecinos del barrio del barrio de San Miguel han denunciado la situación de “deterioro y degradación” que viven sus calles en los últimos años. Uno de los vecinos desde hace 60 años -los últimos quince de forma continuada-, Tomás Martín, ha trasladado a este periódico algunas de las quejas que se vienen sucediendo de un tiempo a esta parte y “ante la pasividad por el Ayuntamiento de Cuenca pese a las múltiples veces que se le ha comunicado mediante palabra o escrito”.

Según critican, pese a que se trata de “uno de los barrios más bonitos de Cuenca por su situación, tranquilidad y vistas”, los alrededores de la iglesia de San Miguel “han ido empeorando y la situación se ha convertido en insostenible”.

Entre las quejas por falta de mantenimiento y servicios, cita por ejemplo cómo las hierbas y el pasto se acumulan en determinados solares y zonas, creciendo en algunos casos hasta los dos metros de altura. En verano se secan y provocan riesgo de sufrir algún incendio, como ya ha sucedido anteriormente, y se encuentran en algunos casos a escasos dos metros de las viviendas.

“Se ha denunciado en Urbanismo en múltiples ocasiones para que pidan a sus propietarios que tengan sus solares en condiciones pero el Ayuntamiento no hace nada”, lamenta Martín criticando “cómo la iglesia de San Miguel está arreglada en su fachada delantera, pero por la parte trasera está abandonada y con basuras”.

Otro de los puntos complicados es la rampa que hay en uno de los laterales de la iglesia, que según indica Martín “se ha pedido su arreglo y limpiar la vegetación que crece en muchas ocasiones y no nos han hecho caso porque dicen que no es de nadie”. Así, asegura que cada año de forma particular gasta 200 euros para contratar a un jardinero que reduzca la vegetación.

Respecto a las basuras e higiene, lamenta que por la situación de la zona es utilizada a menudo como basurero y orinal, situación que se agrava particularmente en algunos festivos. También apunta ciertas construcciones que presentan estados ruinosos y que no contribuyen a la salubridad de la zona.

Además ha recordado el “mal estado” en que se encuentra la calle Armas, con “numerosos desperfectos y agujeros en el suelo”, criticando que “propusieron arreglarla y llegaron a venir a medir hace dos años, pero todavía no han empezado las obras”. La situación de los solares y las calles “hace que haya muchas filtraciones de agua al suelo y broten muchas humedades en las paredes de las viviendas”. Al respecto de la calle Armas, el Consorcio de la Ciudad de Cuenca ha publicado esta semana que la licitación para encontrar una empresa que se haga cargo de las obras, cuyo presupuesto base superaba los 400.000 euros, quedó desierta al no presentar oferta ninguna compañía.