El ocio nocturno de Cuenca ve en el cliente catalán y valenciano su salvación en Nochevieja

Las restricciones impuestas en otras comunidades han provocado que muchos hayan elegido Cuenca como lugar para pasar la última noche del año.

El aumento de contagios provocado por la variante ómicron de la COVID-19 ha vuelto a poner en jaque a uno de los sectores más castigados durante esta pandemia, la hostelería. Con la vista puesta a la última noche del año, y a pesar de que el Gobierno de Castilla-La Mancha no ha adoptado restricciones especiales, muchos han sido los locales de la provincia que por responsabilidad o por el gran número de cancelaciones recibidas han tenido que suspender la cena o cotillón que tenían programados.

Esto también lo esta sufriendo el ocio nocturno de Cuenca. Estos días las redes sociales se han convertido en el mejor escaparate para la compra-venta de entradas de las distintas fiestas programadas en la capital. Irene es una de esas personas que ha utilizado la red social Instagram para intentar revender unas entradas que le costaron unos 35 euros cada una. «Mi novio había estado en contacto con un positivo», afirma sobre el motivo de esta venta, aunque también admite que en parte también lo hace por el miedo de contagiarse en la fiesta de Año Nuevo.

Contagios, contacto estrecho y miedo tanto de los jóvenes como de sus padres están provocando esta gran oferta reventa. Desde los locales de ocio nocturno de la ciudad informan que no pueden devolver el dinero de las entradas ya compradas, la única opción para ello sería «que nos obligaran a suspender la fiesta». Aún así, estos locales han ofrecido algunas facilidades para que aquellas personas que sean positivo en COVID-19, estén confinadas o que desistan de ir por miedo, puedan revender las entradas: «A pesar de que se vendieron entradas nominales hemos dado facilidades para que pueda ir cualquiera con esas entradas. Normalmente el cambio de nombre cuenta 5 euros, y ahora lo hemos dejado hacer gratis», explican desde uno de los locales de ocio nocturno de Cuenca que tiene previsto una fiesta de Nochevieja.

A pesar de todas las entradas que buscan revenderse podía hacer indicar que muchos de los locales conquenses no iban a poder llenar siquiera la mitad de su aforo, en las últimas semanas se ha dado un fenómeno que no suele ser común en la ciudad en estas fechas. Las restricciones impuestas en otras comunidades como Cataluña, Comunidad Valenciana o Islas Baleares, han provocado que habitantes de estas autonomías hayan buscado en Cuenca la alternativa para pasar una Nochevieja de lo más ‘normalizada’ posible.

Así en las últimas semanas la venta online de entradas se ha disparado en estas regiones, y por otro lado, los conquenses que estudian o trabajaban fuera de Cuenca le están dando una salida al mercado de reventa existente. Esto, indican, provocará que los locales conquenses mantengan un aforo por encima de las expectativas y un respiro para los propietarios que podrán vivir una noche con normalidad sin más restricciones que el uso de la mascarilla en interiores, algo de lo que también admiten «será difícil de controlar».