La Junta plantea levantar el cierre de Castilla-La Mancha pero aboga por mantener el toque de queda

Page demanda "un mes más de prudencia" con las medidas contra el virus e insiste en que "no se puede pasar del blanco al negro"

¿Cómo será la Castilla-La Mancha posterior al 9 de mayo, fecha en la que, si se cumple el reiterado compromiso del Gobierno central, se terminará el Estado de Alarma? El presidente regional, Emiliano García-Page, ha ofrecido este jueves varios avances del marco normativo que tiene en mente su Ejecutivo y que se formalizará en un Consejo a celebrar la primera semana.

Primera pista. Habrá que seguir mirando el reloj para saber cuándo volver de casa o salir de ella. «Que nadie se piense que después del 9 de mayo se van a a terminar las mascarillas y el toque de queda», ha dicho el dirigente autonómico desde las instalaciones de la empresa harinera HARICAMAN en Añover de Tajo (Toledo). Como ya hiciera en declaraciones anteriores ha defendido la eficacia de ambas medidas y ha abogado por su continuidad.

El presidente no se ha explayado en detalles -el objeto de la comparecencia no era el virus- ni ha explicado que mecanismos legales se mantendrán para mantener la prohibición de moverse entre las doce de la noche y las seis de la mañana que ahora se aplica amparada por el Estado de Alarma. Ya hace unas semanas su número 2, José Luis Martínez Guijarro, apuntaba que se recurriría en casos de limitación de derechos fundamentales a la tutela judicial, como se hiciera en verano para confinamientos locales.

Segunda pista. «Otras decisiones, incluso el perímetro, nosotros estamos dispuestos a plantearlo. Por muchas razones, también sociales y humanitarias, no sólo económicas». Palabras que apuntan al levantamiento del cierre de la comunidad autónoma, al fin de la prohibición de salir del territorio castellano-manchego o entrar en él salvo por excepciones muy concretas.

En cualquier caso, Page ha señalado «que no se puede pasar del blanco al negro de un día para otro ni del 0 al 100» porque sería malo «incluso para la economía». Antes había abogado por un margen de «un mes más de prudencia» con las medidas contra el virus para que el proceso de vacunación siga avanzando y contener así con más eficacia el virus y afrontar mejor el relajamiento de limitaciones.