El Gobierno de Castilla-La Mancha dictamina el viernes si mantiene, relaja o levanta el Nivel 3 reforzado

El consejero de Sanidad afirma que se "barajan todos los escenarios posibles" y apela a los datos para inclinar el veredicto en una u otra dirección


El viernes, 5 de febrero, se celebrará el Consejo de Gobierno extraordinario en el que los miembros del Ejecutivo regional decidirán si prorrogan las medidas de Nivel 3 reforzado en Castilla-La Mancha o, por el contrario, las levanta total o parcialmente.

El consejero de Sanidad, Jesús Fernández, ha explicado hoy en rueda de prensa ofrecida telemáticamente desde Toledo que «barajan todos los escenarios», es decir, «seguir igual que hasta ahora, ir poco a poco a medidas más leves o plantear opciones más aperturistas». La única certeza de momento es que hasta el domingo 7 de febrero incluido seguirán vigentes restricciones como la prohibición de salir y entrar de todos los municipios de la comunidad, el cierre casi total de la hostelería, la clausura de centros comerciales y otros establecimientos de más de 300 metros cuadrados no esenciales y el toque de queda a las 22:000 horas, entre otras. Los cambios se aplicarían, en principio, a partir del lunes.

Fernández ha explicado que serán los datos epidemiológicos y de gestión hospitalaria de las últimas semanas y los que se recaben de aquí al viernes los que determinen el veredicto del Ejecutivo autonómico sobre un relajamiento o no de la normativa.

Respecto a las cifras, el máximo responsable de la Sanidad autonómica ha destacado como se detecta que la curva de la tercera ola cambia su trayectoria y cambia de pico a meseta «e incluso algo a la baja». De los 2.400 casos diarios de la semana pasada en el conjunto de las cinco provincias castellano-manchegos se ha pasado a una oscilación de unos 800-1.500 en la actual.

«Estamos en el camino que pretendemos, pero sería mentira decir que estamos contentos, porque seguimos en unas cifras muy altas, con una incidencia de 1.105 casos por 100.000 habitantes a catorce días», ha señalado. No obstante, ha puesto el foco en variables esperanzadoras «como una incidencia acumulada a siete días de 400 casos por 100.000 habitantes» o la reducción de 0,99 a 0,93 en el número de personas que contagia cada infectado. 

También ha celebrado la reducción de la positividad y que la tasa de trazabilidad de casos llegue al 76% en Castilla-La Mancha, «el más alto de España».