Desde las 0:00 horas del 7 de enero, hace ahora más de dos meses y dos días, no se puede salir del territorio de Castilla-La Mancha ni entrar en él salvo que el motivo del desplazamiento sea alguno de los contemplados en la normativa. Básicamente, cuestiones médicas, académicas o profesionales y cuidado de menores y dependientes, así como trámites legales.
Durante Navidades, del 23 de diciembre al 6 de enero, sí que fue posible traspasar los límites de la comunidad para reencuentros con familiares y allegados, aunque teóricamente no para viajes turísticos. Levantamiento parcial de la prohibición de movimientos interautonómicos que había sido establecida desde el 30 de octubre, justo antes del Puente de los Santos.
¿Hasta cuándo durará ese cierre? Teóricamente, tal como está redactado el decreto del presidente Emiliano García-Page, puede durar mientras se mantenga el segundo Estado de Alarma, prorrogado por el Congreso de los Diputados hasta el 9 de mayo. Si no hay una norma específica en contra durará hasta entonces, sin necesidad de que se apruebe formalmente por parte del Gobierno autonómico una ampliación.
Sin embargo, desde el Ejecutivo no descartan que ese plazo se pueda acortar. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández, señalaba en una entrevista publicada este domingo por Voces de Cuenca que serán las cifras epidemiológicas propias y las de otras regiones las que ayudarán a determinar la fecha y apunta a la posibilidad de mediados-finales del próximo mes. «Nuestra idea es que en la segunda quincena de abril, con las vacunas ya puestas y con la evolución actual de la pandemia, podamos abrir el cierre perimetral de nuestra comunidad pero depende de esos dos factores. Nos merecemos volver a una cierta normalidad lo antes posible, pero aunque estamos bien pero tenemos cierta preocupación».
Contra la reapertura a menos de un mes vista trabajan los indicios de un repunte de magnitud casi desconocida. Tras tocar suelos inéditos desde el verano (la provincia de Cuenca, por ejemplo, presenta datos propios de nueva normalidad) ha habido un cambio de tendencia con aumentos de contagios. Una subida cuyo recorrido y magnitud están todavía por determinar, al igual que su impacto en la ocupación hospitalaria y las muertes, indicadores en los que repercuten los cambios de las infecciones con varias semanas de retraso.
El 19 de febrero el presidente regional apuntaba la posibilidad de levantar el cierre perimetral en un plazo de diez o quince días. A pesar de la evolución positiva de los datos epidemiológicos no se llegó a consumar. Las autoridades regionales consideraron que los datos de territorios limítrofes, Madrid principalmente, no eran suficientemente buenos y también interfirió en la decisión la estrategia común que impulsó el Ministerio de Sanidad de un cerrojazo generalizado en todas las autonomías para el Puente de San José y la Semana Santa.
