La localidad de Buenache de Alarcón arrastra serios problemas cinco meses de sufrir unas devastadoras inundaciones que provocaron severos daños en el municipio. Desde el Ayuntamiento aseguran que aún no hay constancia de la llegada de las ayudas del Gobierno central a pesar de haber dado el visto bueno a las ayudas de emergencia.
La teniente de alcalde de la localidad conquense, Lucía Albaladejo, ha precisado que los arroyos están todavía sin limpiar. «Ahora está empezando la Confederación Hidrográfica del Júcar a limpiar uno, lo que pasa es que está limpiando la parte de fuera del pueblo, la parte de dentro, no. Como no nos dan permiso para limpiar pues estamos a ver cómo lo podemos hacer. Pero, de momento, eso está atascado de tierra y de todo. Siguen los contenedores por ahí, las vallas… Y luego hay una calle que está destrozada completamente. Eso está bastante mal y nos va a ayudar Diputación a arreglarla».
En el caso de los puentes, el Consistorio está esperando una ayuda supramunicipal para poder hacer frente a los arreglos. «Se arregló el colegio, el centro de salud… pero falta un montón , sobre todo dinero. Las ayudas de emergencia, de momento, no han llegado pero los que sí han venido de los seguros. Lo que hay es un montón de casas que las han tapiado y ya no las van a volver a abrir. Asegurar una casa en esas calles por donde pasa el agua es prácticamente imposible. Es un dineral porque los seguros ya no te quieren ni asegurar la casa. Es mucho más caro y hay gente a la que le están poniendo muchas pegas porque puede pasar en cualquier momento y aquí ya ha pasado dos veces que recuerde».
En esta circunstancias, Lucía Albaladejo reconoce que en el pueblo existe preocupación y temor ante la posibilidad de que se vuelva a reproducir una riada como la que ocurrió hace cinco meses. «Como venga otra y esté eso atascado, es que nos vamos a ver peor. Acaban de empezar, a lo mejor hace una semana, pero van despacio y están limpiando la parte de fuera. La parte de dentro del pueblo se supone que la tenemos que limpiar nosotros, pero es que nos ponen un montón de problemas. Esperemos que no venga otra pero tenemos miedo. Estás durmiendo, oyes que empieza a llover y piensas… ‘madre mía'»