La localidad de Villaverde y Pasaconsol vive con intensidad este 2 de febrero ya que celebra el día grande de las Fiestas de la Virgen de la Candelaria. El alcalde, Emiliano Romero, ha destacado la importancia de mantener viva las tradiciones y espera que todos disfruten “de esta jornada tan especial para todos nosotros”. La Iglesia Parroquial centrará los actos con la celebración de la procesión con la imagen de la Patrona, la Virgen de la Purificación en advocación a la Candelaria, junto con la torta de alajú de alrededor de 250 kilogramos de peso. Los mayordomos y mayordomas, así como las mozas son los encargados de elaborarla y “desde hace ya unas semanas se llevan a cabo los preparativos para que todo salga correctamente”.
El pasado día 21 de enero se hicieron las garabatas que son tortas de harina que se tuestan y muelen más tarde para hacer “lo que llamamos harina de garabatas”. Ésta luego se mezcló hace unos días con otros ingredientes como “la miel, las almendras, las cortezas de naranjas tostadas o la canela en polvo”. De ahí salió una masa que se va montando en capas hasta hacer la tradicional torta de alajú que será adornada con anisetes de colores. Romero señala que en todo este proceso hay que seguir una serie de pasos para que salga bien y “siempre tiene un papel destacado Isidoro que se encarga de vigilar que la mezcla sea la correcta porque hay que tener en cuenta que este año lleva 150 kilogramos de miel”.
Esta espectacular torta se elaboró el pasado fin de semana y en las próximas semanas “será repartida entre aquellos vecinos del pueblo que así lo deseen y lo recaudado será para la Virgen de la Candelaria”. De esta tarea se encargarán tanto los nuevos mayordomos como mayordomas que cogen el relevo de los que salen ahora y estarán hasta 2024 organizando diversas actividades relacionadas con esta tradicional fiesta. El alcalde vive con intensidad todos los actos que se organizan, pero este año “es especial porque soy uno de los mayordomos así que me hace más ilusión todavía”. Romero recuerda que esta fiesta se ha celebrado de forma continua desde hace muchos años excepto uno “en 2021, que es cuando tuvo lugar la temida pandemia”.
Incluso los más mayores del lugar señalan que hace unos ochenta años hubo dificultades para hacer la torta de alajú porque no había miel y en esa ocasión tuvo que “utilizarse azúcar”. Villaverde y Pasaconsol también vivirá con intensidad un momento especial con la tradicional hoguera, que se celebra esta misma noche, en la que participan no sólo los vecinos sino también otras personas de los pueblos de alrededor. Romero afirma que tanto la Misa como la Procesión siempre se lleva a cabo “el día que toca y no la movemos si cae entre semana”.
