Greenpeace advierte que el 47 % del agua subterránea de la cuenca del Júcar «está en mal estado»

El informe presentado por la ONG apunta entre los motivos al regadío intensivo y los compuestos quimicos. Una peculiaridad de la cuenca del Júcar es que los acuíferos aportan la mitad del agua de abastecimiento humano

El 47 % de las masas de agua subterránea de la Cuenca del Júcar está en mal estado, según los datos del informe SOS Acuíferos que Greenpeace ha presentado este martes en rueda de prensa.

La organización ecologista sostiene que «esto es consecuencia de la apuesta por el regadío intensivo y la falta de control y cumplimiento de las normas. Los principales causantes son la sobreexplotación de acuíferos para obtener agua para riego, la contaminación de las aguas subterráneas por la filtración de abonos nitrogenados y otros compuestos químicos como fitosanitarios especialmente plaguicidas».

Estas mismas fuentes apuntan que «el regadío intensivo consume el 80 % de los 3.063 hm3 anuales procedentes tanto de aguas superficiales, como subterráneas y el 67 % de los 1.500 hm3 que aportan las subterráneas. Una peculiaridad de la cuenca del Júcar es que los acuíferos aportan la mitad del agua de abastecimiento humano, lo que los hace aún más sensibles y urge protegerlos».

Los datos de Sos Acuíferos suponen una radiografía de las 804 masas de agua subterránea que tiene España y que da buena cuenta del problema creciente de nuestras reservas de agua. La investigación, que permite al usuario geolocalizar cualquier ubicación del territorio, «deja un balance alarmante: el 44 % de las masas de agua subterránea en España se encuentra en mal estado, según el análisis realizado de los documentos presentados en los planes de tercer ciclo de planificación (2022-2027). Esto supone tener un total de 353 masas de agua subterránea en mal estado. En extensión superficial se superan los 140.000 kilómetros cuadrados, lo que supone un impacto que abarca casi el 40 % de la superficie total que ocupan todas las masas de agua subterránea en España».

El 27 % de las masas de agua subterránea en España se declara en mal estado cuantitativo, es decir, se extrae más agua de la que es capaz de reponer el ciclo natural; el 30 % se encuentran en mal estado químico, o sea que se ha alcanzado un nivel de contaminación (sobre todo por nitratos pero también plaguicidas, metales…) por encima de los niveles máximos para la salud humana; y el 14 % se declara en mal estado cuantitativo y químico. Si una masa suspende en alguno de estos dos parámetros, o los dos, se considera que está en mal estado global. Entre las principales cuencas analizadas pormenorizadamente, el mal estado general de sus acuíferos es variable pero, en todas, preocupante: Ebro (37 %), Guadiana (85 %), Guadalquivir (52 %), Segura (69 %), Júcar (47 %) y Duero (29,6 %)

“Es evidente que España ha descuidado y sigue descuidando sus aguas subterráneas”, ha declarado Julio Barea, responsable de la campaña de agua de Greenpeace. “Este descuido llevará a graves problemas en el abastecimiento humano. En España, según el Gobierno, el 30 % de la población se abastece con aguas subterráneas. En la Cuenca del Duero, por ejemplo, el 67 % de los núcleos de población se abastece exclusivamente de agua subterránea, lo que significa que el mal estado químico y cuantitativo puede afectar de manera directa al agua del grifo y dejarlos definitivamente sin agua”, ha añadido Barea.

Causas del deterioro

Greenpeace apunta que el 27 % de las masas de agua subterránea en España está en mal estado cuantitativo debido fundamentalmente a las extracciones masivas realizadas. Afecta a más del 50 % de las masas en las cuencas del Segura, Guadiana y las internas de Cataluña, así como a un tercio en cuencas del tamaño del Guadalquivir, Segura, Duero, Ebro y Júcar.

El 30 % de las masas de agua subterránea «presentan mal estado químico. Afecta a la mayor parte de las masas en las cuencas del Guadiana, Segura, Guadalete y Barbate, Gran Canaria, Tinto, Odiel y Piedras y a un tercio de las del Guadalquivir, Júcar, Duero y Ebro». Por su parte, el impacto por nutrientes, debido principalmente a un exceso de nitratos por fertilizantes agrícolas no orgánicos, pero cada vez más a los purines de la ganadería industrial, además de otros compuestos utilizados en la agricultura, es uno de los impactos más extendidos.

SOS Acuíferos pone de relieve que «la ganadería industrial tiene un impacto significativo en las masas de agua subterránea. Esta afección destaca entre las presiones significativas de cuencas como la del Ebro, por la saturación de macrogranjas en amplias zonas de Cataluña y Aragón, y en el Segura, con una fuerte concentración en la Región de Murcia».

Buen estado
Mal estado
Mal estado con prórroga más allá de 2027
Situación de las masas de agua subterránea según los planes de tercer ciclo de las Confederaciones hidrográficas
IMPACTOS DESCRIPCIÓN DEL RIESGO DE NO ALCANZAR EL OBJETIVO MEDIOAMBIENTAL
N Contaminación por nutrientes, sobre todo nitratos de abonos y excrementos de animales, por encima del límite legal (50 mg/l) o cerca del límite y con evolución ascendente.
L Descenso del nivel freático (profundidad del acuífero, volumen de agua) debido a extracciones.
C Contaminación química distinta a nutrientes (sobre todo plaguicidas pero también metales, hidrocarburos…) por encima del límite legal o cerca y con evolución ascendente.
E Afección a ecosistemas terrestres dependientes del agua subterránea.
M Contaminación microbiológica.
O Contaminación orgánica.
Q Disminución de la calidad del agua superficial asociada por impacto químico o cuantitativo.
I Alteraciones de la dirección del flujo de agua por intrusión salina.
S Intrusión o contaminación salina.
T Otro tipo de impacto significativo.