Aclaraciones sobre el nuevo servicio regular entre Tarancon-Minglanilla y Villar de Cañas

Ana María Valladolid, gerente de Rubiocar

Acerca de las cuestiones planteadas en el artículo publicado ayer en este periódico digital y ante la asombrosa expectación que ha provocado el cambio de titularidad del concesionario de las lineas regulares de viajeros Minglanilla-Tarancon y Villar de Cañas-Tarancon, desde el dia 1 de Noviembre, aprovechamos el mismo medio para contestar a las diferentes preguntas que plantean:

En primer lugar sirva ese escrito para rechazar la afirmación con la que se inicia el artículo referido cuando dice: Este lunes se cumple una semana de la supresión del autobús Madrid-Minglanilla y Villar de Cañas-Madrid”. Lo único ocurrido en este sentido es que los tráficos de la concesión Minglanilla-Tarancon y Villar de Cañas-Tarancón , han sido abandonados por la empresa concesionaria hasta entonces, Empresa Ruiz, continuando dicha empresa con los tráficos entre Tarancón y Madrid, en ambos horarios. Que gracias a la rápida intervención de la Dirección General de la Consejería de Transportes y a la disposición de esta empresa, la transportista RUBIOCAR, se ha conseguido en tiempo récord, menos de un mes desde que se anunciara el abandono por E. Ruiz, garantizar la continuidad   y que en ningún momento se produjera un corte del servicio.

Respecto a las preguntas cuestionadas en primer lugar en el mismo artículo “¿Hasta que punto empeora la nueva organización de los itinerarios el servicio?» Afirmando que hay respuestas sobre las molestias que provoca un transbordo o «el engorro asociado a tener que comprar dos billetes”. Pues bien, los dos billetes ya se tenían que adquirir anteriormente: uno desde los pueblos hasta Tarancon y otro desde Tarancón a Madrid, al tratarse de dos concesiones diferentes , la que se ha abandonado y la que se mantiene a Madrid, por lo que el “engorro” ya estaba servido anteriormente. Sobre la incomodidad de hacer un transbordo, es una cuestión inevitable, imaginamos que cuando llegue el viajero a Madrid este autobús no le llevará a su casa, a su médico a su lugar de destino sino que tendrá que hacer uno o varios transbordos.

A la pregunta ”¿Hasta que punto empeora la organización de los itinerarios el servicio?”, como bien indica, los horarios están perfectamente estudiados y coordinados con un margen suficiente para que los viajeros puedan llegar holgadamente pero sin perder demasiado tiempo en la espera, manteniendo los mismos horarios de ida en el caso de la línea que parte de Minglanilla y en el caso de la de Villar de Cañas, enlazando con tres horarios alternativos en menos de media hora. Es poco probable que el trayecto de ida sufra retraso alguno, ya que en estos tramos habitualmente el tráfico es fluido hasta Tarancón y en el poco probable caso de avería, de todos es sabido, que la actual concesionaria mantiene bases entre otros , en Motilla del Palancar, Villares del Saz y Tarancón, así como presencia de autocares en una gran parte de las poblaciones por las que discurren ambas líneas, por lo que el tiempo de respuesta es inmediato. Para el trayecto de vuelta, las salidas desde Tarancón están condicionadas a la llegada de los autobuses desde Madrid, esperando en caso de retrasos, de manera que no se rompa el enlace y el viajero quede incomunicado.

Resulta cuanto menos “chocante” la repercusión que ha tenido este cambio de titularidad en estas lineas regulares y los comentarios que han provocado acerca de la España vaciada, cuando la empresa adjudicataria   es una empresa que ha dado solución a un problema, apuesta, invierte y paga sus impuestos en el corazón de esa España vaciada y por el contrario, temas tan importantes como la inexistencia de transporte regular entre Cuenca y pueblos relevantes como Saelices, Montalbo, Palomares del Campo, Torrejoncillo del Rey, Horcajo de Santiago, etc. que privan a sus habitantes de conexión con la capital de su provincia, apenas haya sido denunciado.