Qfisio pone en marcha su nueva consulta de trastornos del sueño con las terapias más avanzadas

¿Ronca? ¿Su pareja ronca muy fuerte o ha notado que se queda sin respiración durante la noche? ¿Se siente muy cansado o con sueño durante el día? Si ha respondido sí a alguna de estas preguntas puede que sufra apnea del sueño.

¿Roncas? ¿Tu pareja ronca muy fuerte o has notado que se queda sin respiración durante la noche? ¿Te sientes muy cansado o con sueño durante el día?  Sí has respondido sí a alguna de estas preguntas puede que sufras apnea del sueño.

El sueño, es una función fisiológicamente necesaria, regula los biorritmos y garantiza el equilibrio entre las exigencias biológicas internas y nuestras actividades diarias.  Las personas que sufren apneas del sueño no duermen bien. Esta patología afecta a un 6-8% de la población española, entre 5 y 7 millones de personas de entre 18 y 70 años. Los síntomas que la acompañan y que deben hacernos pensar que algo no anda bien suelen ser: fatiga constante, somnolencia diurna, problemas de memoria y concentración, cefaleas persistentes… Además, está asociada a una mayor incidencia de accidentes de trabajo y de tráfico, pero, ¿en qué consiste en definitiva la apnea del sueño? Se trata de la aparición repetida de pausas respiratorias anormales durante el sueño, acompañadas de una oclusión intermitente y repetitiva de la vía aérea superior, que limita el paso del aire hacia los pulmones durante el sueño, y da lugar a la apnea (si la interrupción de entrada de aire es completa) o hipoapnea (si la interrupción de entrada de aire es parcial), de ahí su denominación más correcta: Síndrome de Apneas e Hipoapneas del Sueño (SAHS).

Estos episodios se repiten durante todas las horas del ciclo del sueño dando lugar a un sueño fragmentado y poco reparador. Si estas personas no saben que sufren SAHS o no son tratadas adecuadamente, existe un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, como tensión arterial alta, arritmias y accidentes cerebrovasculares, el más destacado el ICTUS.  También se asocia con una desregulación metabólica, que afecta al control de la glucosa y aumenta el riesgo de diabetes. 

El método diagnóstico empleado por excelencia es la polisomnografía, una prueba que hasta hace poco solo se podía llevar a cabo en un hospital, pasando la noche allí, conectados a cables que medían nuestras características de sueño. Hoy en día, esta prueba se puede realizar en el propio domicilio y de forma algo más sencilla. Una vez que te han diagnosticado SAHS, se define la severidad del mismo, pudiendo ir desde formas más leves a otras más severas, dependiendo esto del número de apneas por hora, es decir, del número de veces que, durante el tiempo de sueño, el aire deja de llegar a los pulmones y a otras partes de nuestro organismo.

El tratamiento por excelencia es la presión continua de la vía aérea (CPAP), un aparato que se pone durante la noche, y que, por medio de una mascarilla, introduce la cantidad de oxígeno que se necesita, para suplir al que no llega durante la apnea. Este tratamiento ha mejorado la calidad de sueño y de vida de muchos pacientes con apneas, pero por las propias características del aparato, no siempre es bien tolerado, y si bien es imprescindible en los casos graves, en los últimos años, se están empezando a usar otras terapias complementarias, con muy buenos resultados. Por un lado, maximizan los resultados de la CPAP, y por otro, en los casos moderados o de grandes roncadores, aún sin patología de SAHS, pueden llegar a ser terapias de primera elección, consiguiendo efectos muy positivos y terapéuticamente significativos. La terapia miofuncional, los dispositivos de avance mandibular y la reeducación postural, son algunas de las terapias que forman parte del tratamiento de los pacientes con SAHS.

En la nueva consulta de trastornos del sueño de Qfisio, contamos con profesionales muy especializados y de referencia internacional, para conseguir con la intervención conjunta, los mejores resultados en el tratamiento, y lo más importante, la mejora en la calidad de vida del paciente.

Si estás interesado en que realicemos una evaluación inicial totalmente gratuita, solo tienes que contactar con nosotros a través de este número de teléfono 969 231 692 o en el email [email protected].

Un primer paso, sería contestar a este sencillo cuestionario:

STOP-BANG

  1. ¿Ronca fuerte (tan fuerte que se escucha a través de puertas cerradas o su pareja le codea por roncar de noche)? Si/No
  2. ¿Se siente con frecuencia cansado, fatigado o somnoliento durante el día (por ejemplo, se queda dormido mientras conduce o habla con alguien)?  Si / No
  3. ¿Alguien lo observó dejar de respirar o ahogarse/quedarse sin aliento mientras dormía? Si/No
  4. ¿Tiene o está recibiendo tratamiento para la tensión arterial alta? Si/No
  5. ¿Tiene más de 50 años? Si/ No
  6. ¿Considera que el tamaño de su cuello es grande? (Medido alrededor de la nuez o manzana de Adán) Si/No
  7. ¿Su sexo es masculino? Si/No
  8. Si quiere conocer su IMC, señale peso y talla:

IMC= Peso/Talla2 (m) =

Criterios de calificación: Para la población en general
– Bajo riesgo de AOS (Apnea Obstructiva del Sueño): Sí a 0-2 preguntas
– Riesgo intermedio de AOS (Apnea Obstructiva del Sueño): Sí a 3-4 preguntas

  • Alto riesgo de AOS (Apnea Obstructiva del Sueño): Sí a 5-8 preguntas o
  • Si respondió “sí” a 2 o más de las primeras 4 preguntas y es del sexo masculino
  • Si respondió “sí” a 2 o más de las primeras 4 preguntas y su IMC es de más de 35kg/m2
  • Si respondió “sí” a 2 o más de las primeras 4 preguntas y la circunferencia de su cuello es grande.