Este domingo otra vez toca por votar. España y, con ella Cuenca, lo hará por decimosexta vez durante la actual etapa democrática en unas elecciones generales, es decir, para elegir a sus representantes en el Congreso de los Diputados y en el Senado y, de manera indirecta, al presidente del Gobierno. Casi un tercio de esas citas nacionales con las urnas (cinco) se han concentrado en los últimos ocho años frente a las legislaturas más largas que protagonizaron los años 80 y 90 del siglo XX y el arranque del siglo XXI.
Desde los comicios constituyentes de 1977 hasta los inminentes y veraniegos de 2023 han pasado 46 años y son muchos los cambios que ha experimentado la política española y la conquense. Por ejemplo, en las tres primeras elecciones (1977, 79 y 82) se elegían cuatro diputados nacionales por la circunscripción de Cuenca hasta que el retroceso del peso demográfico redujo esa cifra a los tres que se siguen seleccionando actualmente.
Constante bipartidista
No obstante, ha habido también una serie de constantes en este casi medio siglo. Una de las más significativas es que el reparto de los escaños conquenses en el Congreso siempre ha sido bipartidista. Nunca un tercer o cuarto partido ha conseguido representación por la provincia de Cuenca, una situación única en todo el país si exceptuamos Ceuta y Melilla, que eligen respectivamente un único diputado. El panorama no cambió ni siquiera en abril y noviembre de 2019, cuando otras provincias pequeñas y medianas que hasta entonces habían decidido una asignación bipartita (Cáceres, Ciudad Real, Palencia y Teruel) dieron entrada a otras candidaturas como Ciudadanos, Vox o Teruel Existe.
Aquí, no, aquí la distribución ha sido invariablemente cosa de dos: primero de la Unión de Centro Democrático (UCD) y el PSOE y, desde 1982, de los socialistas y Alianza Popular, luego reconvertida en el actual Partido Popular. En las dos primeras citas el resultado fue un 3-1 a favor de los centristas, el año de la primera victoria de Felipe González hubo un empate a diputados y, desde entonces, se ha sucedido siempre un 2-1 o 1-2, según se mire desde la óptica de populares o socialistas.
Un empate en el Senado
En el Senado -donde se eligen 4 asientos, como en todas las circunscripciones de la Península, por el sistema de listas semiabiertas- también se ha repetido ese panorama, con dos únicas fuerzas representando a los censados en la provincia de Cuenca. En casi todos los casos el reparto siempre ha sido un 3-1, primando a la fuerza más votada para el Congreso en el territorio ya fuera UCD, PSOE o PP. Sin embargo, toda norma tiene su excepción y en las últimas generales celebradas, las de noviembre de 2019, se produjo un empate a dos entre populares y socialistas a pesar de que los segundos habían cosechado más apoyo para la Cámara Baja. La explicación más plausible si se analizan los datos es que Vox presentó un único candidato a la Cámara Alta de tres posibles y muchos de sus votantes optaron por respaldar también a los dos primeros de la lista del Partido Popular.
Victorias nacionales y provinciales
En las cinco primeras elecciones nacionales tras la restauración democrática el partido más votado en España lo fue también en la provincia de Cuenca. La UCD venció en lo general y en lo particular en 1977 y 1979 mientras que el PSOE lo hizo desde 1982 hasta 1989, ambos años incluidos. Sin embargo, un año después de las grandes movilizaciones por la autovía Madrid-Valencia, en 1993 los populares lograron ser los más apoyados en la circunscripción a pesar de la última victoria nacional de González para el PSOE. Otro tanto sucedió en las dos votaciones en las que el socialista José Luis Rodríguez Zapatero fue elegido presidente: en 2004 y 2008 en su partido quedó aquí como segunda fuerza.
Por el contrario, los dos triunfos en las urnas de Pedro Sánchez sí que tuvieron su réplica a escala provincial. El PP, por su parte, puede decir que siempre que ha ganado en el conjunto del país también ha sido el primero en Cuenca.
De ‘suelos’ y ‘techos’
Los mayores porcentajes de voto obtenidos por alguna fuerza en la provincia de Cuenca para las elecciones al Congreso se corresponden con la primera victoria de Adolfo Suárez para la UCD en 1977 y con la mayoría absoluta que lideró el popular Mariano Rajoy en 2011. En ambos casos alcanzaron en la circunscripción un 55,9% de los sufragios válidos, un indicador que abarca tanto las papeletas de las candidaturas como los votos en blanco. Cerca de esa marca se quedó Aznar en su absoluta del año 2000 (53,4%) mientras que el mejor registro de los socialistas data de 1989, con un 45,9%.
Eso en cuanto los ‘techos’, aunque también es interesante en fijarse en los ‘suelos’. La peor marca de los populares es la de 1979 con un 6% para la entonces Alianza Popular de Manuel Fraga, pero cabe matizar que entonces existía la UCD cuyo espacio ideológico, electorado potenciales y gran parte de militantes y cuadros acabaría heredando el PP, especialmente tras su refundación. Más homologable es el dato de abril de 2019, cuando los populares se quedaron en un 26,8% del voto válido, jibarizados por la doble competencia de Ciudadanos y Vox, que lograron respectivamente un 13,8% y un 14%.
Las cifras más bajas del PSOE coinciden con los primeros comicios de esta época: se quedaron en un 22,5% en 1977. La segunda peor marca es más reciente y también se explica por las muescas en su espectro ideológico: en junio de 2016 con Sánchez de candidato bajó al 29,7% de los votos mientras que Unidos Podemos emergía hasta el 13,8%. Es hasta la fecha el mayor porcentaje conseguido por una candidatura a la izquierda del PSOE en unas generales en Cuenca si bien en diciembre de 2015 la suma de Izquierda Unida-Unidad Popular y Podemos, que concurrieron entonces por separado, alcanzó un 14,7%.
De las quince generales celebradas hasta ahora el PP ha ganado en Cueenca ocho, el PSOE cinco y UCD dos.
Máximos y mínimos del bipartidismo
En este análisis y el gráfico se han tenido en cuenta únicamente las caoliciones y partido que alguna vez han superado el 5% de los votos en la provincia. El mejor comportamiento de una ‘tercera fuerza’ fue el de Vox en noviembre de 2019 con un 18,4% de los votos que no fue suficiente renta para lograr un escaño. UCD se quedó en un 15,2% en 1982, los comicios que marcaron su implosión y su pérdida de hegemonía tanto en el país como en el centroderecha.
El resultado más amotizados en términos de votos se produjo en abril de hace cuatro años, con cinco candidaturas por encima del 7% y la suma de PSOE y PP en mínimos del 62,5%. La mayor pujanza bipartida se produjo en 2004 cuando populares y socialistas aglutinaron un 95,1% de los votos en la provincia. Guarismos muy similares se dieron tanto en el 2000 como en 2008.