El Rebi Cuenca continúa segundo en la clasificación de Liga ASOBAL y dando argumentos para demostrar que esa posición no es fruto de la casualidad o la suerte. El cuadro conquense se ha impuesto este sábado por 20-26 al Benidorm en un partido que, a pesar de lo que se podría pensar por la diferencia de goles, costó mucho sudor y trabajo. No fue fácil desactivar el ataque casi siempre a siete de los alicantinos -salvo en las inferioridades- ni fajarse en su intensa defensa. Pero un inmenso Ben Tekaya bajo los palos y una sobresaliente labor de zaga consiguieron que el local tan solo marcase siete goles en toda la segunda mitad, lo que decantó el partido.
Los Benidorm-Cuenca y los Cuenca-Benidorm suelen ser encuentros muy igualados, intensos, ajustados. Son dos rivales que se conocen muy bien, con un elevado porcentaje de la plantilla benidormí con pasado conquense, y donde es complicado romper esquemas y sorprender. La primera parte del partido siguió ese guión marcado: con una sucesión de empates o ventajas por la mínima en el marcador. En el minuto 15 lucía un 8-8 que resumía numéricamente lo vivido en la pista. En ataque Nazaré y Pranter iban sumando mientras que en defensa el planteamiento del rival obligaba a un esfuerzo extra, aunque de vez en cuando se consiguieran abortar posesiones provocando faltas en ataque ya que Gravac no rindió como en sus mejores días.
Una acumulación de paradas de Roberto Rodríguez, varios errores ofensivos de los castellanos y un buen Rolandas Bernatonis permitieron a los de Fernando Latorre poner algo de tierra de por medio y colocarse 11-8 en el minuto 20.
Pudo ser un punto de inflexión en el partido, pero se quedo en hipótesis. El Cuenca supo reaccionar con un gol desde su campo de Simonet (la estrategia de portería vacía del Benidorm permitió unos cuantos de ellos durante todo el encuentro) y los locales quedaron noqueados por la tarjeta roja para Dragan Šoljic. Además, el tunecino Ben Tekaya empezó su recital. En tres minutos se había empatado ya a 11 y un gol de Arnau permitía llegar al descanso con una leve ventaja: 13-14.
En la segunda mitad los conquenses se dejaron de titubeos desde el primer momento y dejaron el pie apretando el acelerador, arriba y abajo. A pesar de algunas paradas de Rodríguez y de cierto desconcierto, en el minuto 7 la ventaja era ya de 13-18.
Sin haberse estrenado en la segunda mitad, el Benidorm quiso parar el ritmo con un tiempo muerto que primero sirvió para cortar la hemorragia -para ir sosteniendo la distancia en cinco por abajo- y luego para intentar ir suturando la herida. Teixeira recibió una roja demasiado rigurosa, justo antes los locales consiguieran ponerse a dos (18-20). Faltaban diez minutos y tocaba tragar algo de saliva. Y eso que, gracias a las intervenciones de Ben Tekaya, la reacción no fue de mayor alcance.
Pero ahí apareció el Nazaré descarado y valiente de las grandes ocasiones que, junto a otras buenas individuales y las pérdidas locales, propició que otra vez el Cuenca fuese mulliendo el colchón. Nueve goles acumuló el portugués en el conjunto del encuentro. Y el tunecino, imprescindible para entender resultado y partido. A cinco minutos del final lucía en el luminoso el 19-25. Los últimos instantes no pudieron dibujar otro panorama, tan solo dar un último gol a cada equipo y confirmar la victoria conquense.
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