Jesús Verdú es un joven conquense de 24 años que trabaja desde hace cinco años en el Oceanogràfic y es el participante más joven del Congreso Internacional «Sharks Internacional» sobre tiburones que se está celebrando por primera vez en Europa, concretamente en Valencia.
Este apasionado por los elasmobranquios llegó al Oceanogràfic hace cinco años tras hacer un Grado Medio en Huete, «que se cerró por falta de alumnos» e ir a Valencia para estudiar el Grado Superior de Gestión Forestal y Medio Natural. «En el segundo año hice prácticas con visitas guiadas de los niños luego empecé a hacer cursos de formación sobre tiburones, rayas, tortugas, leones marinos…y me quedé de forma esporádica. Tras finalizar el Grado Superior empecé Veterinaria. Ahora estoy trabajando en la recuperación y conservación de tiburones y tortugas marinas sobre todo. También hice un curso profesional de buceo con tiburones».
La capital valenciana acoge días un prestigioso Congreso Internacional sobre tiburones que se realiza una vez cada cuatro años y este año ha sido la primera vez en Europa. «Anteriormente ha sido en Australia, Canadá, América…Como estoy trabajando con tiburones mi departamento me ofreció representar al Oceanogràfic con dos compañeros para hablar de la conservación y recuperación de tiburones centrados en el Mediterráneo, que es donde trabajamos nosotros. Todo un lujo. Para mí es un orgullo. Me dijeron, que era muy joven para este tipo de congresos. De hecho, era el más joven». Verdú reconoce que el interés por los tiburones «viene desde que entré aquí. Uno de mis compañeros es uno de los principales expertos a nivel nacional. Me interesó y el Trabajo de Fin de Carrera lo quiero hacer sobre la reproducción de tiburones».
Mala fama inmerecida
Jesús Verdú recuerda que los tiburones no están ‘confinados’ en mares lejanos de Australia, Sudáfrica o Méjico sino que los podemos encontrar a poco más de 200 kilómetros de la capital conquense. «Sí, aquí en el Mediterráneo tenemos varias especies de tiburones. De hecho, tenemos la pintarroja que seguramente nos hayamos bañado al lado de ella. Cuando crían recuperamos los huevos, los cuidamos y luego los devolvemos al mar en el puerto de Valencia. También está el tiburón azul y el tiburón blanco, el de las peliculas, también está en el Mediterráneo». El joven conquense destaca la necesidad de quitarles la mala fama que tienen «porque habitualmente no hacen nada. Hay muchas otras especies de animales con más ataques y lesiones a humanos. Y en ocasiones los ataques de tiburón son por error o por confusión. No es como las películas. Siempre he creido que los tiburones se comían a las personas pero la realidad es muy diferente».
Los tiburones han enganchado a Verdú y, de hecho, piensa seguir ligado a la investigación sobre estos peces cartilaginosos. «Cuando termine Veterinaria, estoy en cuarto y son cinco años, mi idea es quedarme en el Oceanogràfic o ir fuera para trabajar con tiburones en lugares como Maldivas, Australia…mi idea es dedicarme a los tiburones, a los elasmobranquios».
