El retablo de los Apóstoles, una de las joyas renacentistas de la Catedral, afronta su primera restauración

La monumental pieza, cuya altura supera los seis metros, ha sido desmontada para su rehabilitación en tres fases por la Escuela Superior de Conservación y Restauración de la Comunidad de Madrid

El retablo de la Capilla de los Apóstoles de la Catedral de Cuenca ha sido desmontado para su rehabilitación por la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Comunidad de Madrid. Sus dimensiones han hecho necsario afronrar los trabajos en tres fases, correspondientes a los tres cuerpos de la pieza. Se trata de una obra monumental con más de seis metros de alto, concretamente 6,40 metros de alto por 4,5 metros de ancho.

La colaboración entre la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Comunidad de Madrid y el profesor Luis Priego arranca antes de la pandemia. Comenzó con la restauración del retablo de Santa María y Todos los Santos y siguió con el retablo de San Fabián y San Sebastián. Los alumnos de cuarto curso de la escuela serán los encargados de la primera restauración de este excepcional pieza que se llevará a cabo durante los próximos tres cursos. El director de la Catedral, Miguel Ángel Albares, ha precisado que se realizará «durante el curso 2022/2023, 2023/2024 y a lo largo del 2024/2025 regresará  a la Catedral para ser montado en la Capilla de los Apóstoles de nuevo. Como en la Escuela de Restauración tampoco disponen de tanto espacio, lo que hemos llevado es la parte baja del retablo. Nada más, de momento, para que empiecen por ahí. Lo hemos desmontado completamente, lo tenemos embalado en la Catedral y a medida que vaya restaurando irá volviendo a la Catedral. Se irán llevado piezas desde los pisos inferiores hasta los superiores».

Estas mismas fuentes han destacado que el retablo «no ha sido tocado a lo largo de todos estos siglos, desde su construcción. Estas obras, que no han sido repintadas o no se ha intentado una falsa restauración, nos gustan mucho porque podemos llegar al original. Tiene una pérdida terrible en la predela porque en el siglo XVIII se aserró un tabla del Descendimiento para meter un sagrario empotrado. Pero todo lo demás es imponente». Albares precisa que el principal deterioro está vinculado «al paso del tiempo. Los pesos han vencido y estaba desencajándose y desajustándose de su soporte. Cuando ocurre esto conviene desmontarlo y poderlo restaurar. Y es lo que tratamos. Hemos llegado a tiempo. La parte pictórica y escultórica está muy bien y se trata de realizar una limpieza y, sobre todo, un montaje controlado para que esté en vertical de nuevo. La restauración de la parte pictórica con las tablas de los doce apóstoles la hará el profesor Luis Priego. La parte escultórica del retablo será la que hagan los alumnos». Todos los materiales que se necesitan para llevar a cabo la restauración corren a cargo de la Fundación Iberdola España. «Nos ha ayudado en los dos retablos anteriores y nos ayudará en este. Será una alianza cordial entre la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Comunidad de Madrid, la Catedral de Cuenca y la Fundación Iberdrola España».

Garantías máximas

El director de la Catedral ha destacado que todo el proceso cuenta que la supervisión de las autoridades competentes para garantizar la ejecución correcta de los trabajos. «La restauración de un retablo de este tipo, como cualquier otra que se hace en la Catedral de Cuenca, lleva un trámite buocrático muy exhaustivo. La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, que se encarga de velar por los bienes culturales, supervisa directamente todo el proceso. Esta misma mañana hemos presentado ante patrimonio el proyecto de restauración de este retablo donde se detalla pormenorizadamente todo el proceso: desmontaje, labores, transporte…a lo que nos obliga la Ley de Patrimonio»

El retablo está datado en eel siglo XVI. Tiene una parte arquitectónica y escultural que corresponde a Giraldo de Flugo mientras que las pinturas en tabla corresponden al taller de Martín Gómez El Viejo. «Se construyó para la capilla del Chantre García de Villarreal entre 1559 y 1563. Lo tenemos muy documentado. Tenemos incluso las facturas de la época. Es de los mejroes retablos del Renacimiento de la Catedral de Cuenca, además alojado en una de las mejores capillas renacentistas» asegura Albares.