Las celebraciones recuperan el ritmo precovid y ofrecen un respiro primaveral al sector hostelero de Cuenca

"Estamos empezando la temporada y va todo bien, la situación augura un buen año", afirma uno de los empresarios vinculado a la celebración de eventos en la capital

Con la primavera, las celebraciones sociales toman un mayor protagonismo. Bodas, comuniones y bautizos tomarán el control de los próximos fines de semana hasta finales del mes de septiembre o, incluso, ya adentrados en el mes de octubre. Hasta entonces, cientos de invitados se darán cita en los salones de celebraciones repartidos por la provincia para desarrollar sus respectivos festejos familiares.

Es evidente que la situación sociosanitaria actual no es la misma que la del año pasado y tampoco es la misma de hace dos o tres años atrás. Lo que tiene consecuencias directas sobre las agendas familiares y en el sector hostelero vinculado a las celebraciones. Voces de Cuenca se ha puesto en contacto con diferentes espacios de celebraciones para conocer la situación actual a la que se enfrenta este sector tras las turbulencias, primero pandémicas y posteriormente inflacionistas, que siguen presentes entre la sociedad y las empresas.

«Estamos empezando la temporada y la verdad es que bien, la situación augura un buen año», señala Antonio Cañamares, responsable del hotel La Casita de Cabrejas. Quien además añade que la realidad está «por encima» de las expectativas que el sector manejaba de acara a esta época. Además, subraya que «tras el final de la pandemia se ha vivido un boom de personas que querían celebrar con todo lo que eso lo que conlleva en cuanto a hostelería, restauración y eventos. Aunque hubo una pequeña recesión y de momento no lo estamos sufriendo».

Otro de los espacios conquenses donde acuden sus vecinos a desarrollar sus eventos es el Restaurante La Playa, su responsable, Isabel López, también coincide en señalar que «de momento todo va bien, estamos de épocas de comuniones y posteriormente vendrán las bodas». Y explica que las previsiones que manejaba su negocio de cara a esta época «se están cumpliendo» según lo previsto. Sin embargo, recuerda que este tipo de eventos están viéndose reducido a causa de la situación económica: «La gente mira mas los precios y se contiene porque si antes hacíamos una boda con 200 invitados ahora se hacen de 80 porque los gastos se disparan».

Sobre el encarecimiento de los costes, enmarcado en una situación económica con la inflación como protagonista, los salones de boda están sufriendo sus efectos de una forma inmediata. «Ha subido todo, casi podemos decir que se ha duplicado. La merluza, el bogavante… e incluso productos se han triplicado. No sabemos qué hacer para establecer una carta que sea asequible para todos y no se nos vaya. Porque si compro una merluza a 30 euros, y en la pescadería pido que le quiten la cabeza, las espinas y la piel ya no la compro a 30 euros, la compro a 38 euros. Por lo tanto, a cuánto vendo la ración», se cuestiona Isabel López.

El sector vinculado a los eventos, en este caso las bodas, afirma tener agendadas sus diferentes celebraciones en lo que resta de temporada, por lo que parece ser un buen síntoma de que los bolsillos familiares están resistiendo, en la medida de lo posible, a las embestidas económicas del contexto nacional e internacional actual tras el encarecimiento del combustible o de la energía.