Los registros del Observatorio Meteorológico de Cuenca sobre la temperatura media anual de la capital conquense en las últimas cuatro décadas muestran una contínua tendencia al alza que se sitúa entre 1,5 y 2 grados de subida. Si tomamos la marca del año 1981, 12,8 ºC, y la comparamos con la de 2021, 14,3 ºC, el aumento es de 1,5 grados, pero hay registros que superan esta diferencia. Por ejemplo, en el año 1984 la temperatura media anual se quedó en los 11,7 ºC y en el 2017 llegó a los 14,9 ºC.
Para observar estas tendencias, es necesario ampliar el foco y acudir a la evolución de las últimas décadas. En los ochenta, la temperatura media se sitúa en torno a los doce grados y solo supera en dos ocasiones la marca de los trece. En los noventa se produce esta tendencia al alza, con los valores fluctuando entre los doce y los trece grados. En la siguiente década, ya entrados en el nuevo milenio, las temperaturas ya no bajan de los trece y en ocasiones sobrepasan los catorce grados. En esta última década se mantiene esta evolución, con marcas en torno a los catorce grados y que ya amenazan con sobrepasar los quince.
A nivel provincial, según los datos proporcionados por la Agencia Estatal de Meteorología, la tendencia es similar. En una media que abarca del 1981 al 2010, la temperatura media anual se sitúa en los 12.9 ºC. Una década después los valores se sitúan un grado por encima: en 2019 fueron 13,7 ºC; en 2020, 14 ºC y en 2021, 13,6 ºC.
En cuanto a la región, la delegación de Aemet en Castilla-La Mancha ha destacado que 2022 ha resultado ser el año más cálido en la comunidad desde que este organismo promedia los registros a nivel autonómico.
"En las últimas décadas parece que se ha acelerado la subida"
Víctor Turégano, responsable del Observatorio Meteorológico de Cuenca, incide en que “hace prácticamente 100 años que hay datos en Cuenca y la subida es evidente. Aparte en las últimas décadas parece que se ha acelerado la subida, es como una curva que va en ascenso cada vez más rápido”.
Y añade que “en Castilla-La Mancha, la provincia de Cuenca es la que más ha subido la temperatura de todas, y creo que la otra es Guadalajara. Es decir, en la zonas más frías es donde más está subiendo la temperatura”.
Además de la subida sostenida de las temperaturas, Turégano precisa que la tendencia es que los fenómenos meteorológicos sean más extremos. Una amenaza global que en la provincia se concreta, por ejemplo, en cómo puede afectar a la agricultura. “Hay cultivos que tienen problemas y a largo plazo habrá que ver si son viables, porque si resulta que la mitad de los años hay malas cosechas, pues al final ocurre que dejan de ser rentables”, recuerda el responsable del Observatorio Meteorológico.