La renovada Asociación de Vecinos de San Antón reclama la presencia de una trabajadora social en el barrio

Lorenzo Romero Lacoba recoge el testigo de Sol Cosías Salas como presidente de la nueva junta directiva

El barrio de San Antón ha renovado recientemente la junta directiva de su Asociación de Vecinos. Lorenzo Romero Lacoba recoge el testigo de Sol Cosías Salas para dinamizar un barrio que le ha cautivado tras vivir en sus calles durante algo más de tres años.

Este profesor jubilado, impartió Formación Profesional en Albaladejito, ha reconocido que «tenemos una espina clavada y es que no tenemos trabajadora social presencial, que venga aquí al barrio. Es un barrio que necesita mucho este servicio para ayudas, información, trámites…deben estar nombradas pero no vienen por el barrio. Esas funciones las está haciendo gente del barrio de forma voluntaria con buena voluntad. Y no ha habido manera de que venga alguien ni las anteriores asociaciones de vecinos. Siempre hay pegas».

El nuevo presidente de la asociación vecinal ha precisado que «estamos redactando una carta al Ayuntamiento volviendo a exigir que venga los días de la semana que correspondan. Y si hay algún problema de infraestructura, ya lo solucionaremos pero que esté aquí en persona y atienda la labor que se requiere. Parece ser que todos los barrios tienen a alguien asignado y deberían ir por días». 

«Colaborar en lo que se pueda»

Otra de las cuestiones demandadas es la reapertura del Alfar de Pedro Mercedes, que lleva varios meses cerrado, «y luego cosas puntuales, algún badén en alguna calle, muros que hay que arreglar… pero son cosas que se pueden arreglar puntualmente. Contra lo que pueda pensar gente por ahí, cuando vine me quedé fascinado lo bien que lo dejaron con el Plan Urban. Otro pequeño problema que tenemos es que los perros son de los dueños y sus excrementos también, no son de todos».

Romero ha resaltado que el agradecimiento y la voluntad de colaborar son algunos de los motivos que le han impulsado a encabezar la asociación de vecinos. «Me han tratado muy bien desde que he llegado, es súper-agradable y me recuerda mucho los tiempos de mi pueblo, Las Mesas. Para mi ha sido una sorpresa. Mira que hay ciertas reticencias con el barrio pero me ha fascinado con una gente magnífica. Me dijeron que me animase y he dado el paso para colaborar en lo que pueda. Tengo tiempo y ganas de hacer cosas. Es un barrio multicultural y es un placer estar por aquí».

Estas mismas fuentes han puesto como ejemplo de la actividad que se desarrolla en la zona el programa De San Antón al Cielo. «Básicamente lo que hacen son actividades deportivas, culturales, medioambientales… con chicos de familias desestructuradas. Me parece una maravilla y aquí es imprescindible. Están aprendiendo y haciendo cosas. Ahora hay dos grupos y estarán unos veinte en total.