«Estamos en una cuarta ola». Sin eufemismos ni circunloquios el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha afirmado este martes que la comunidad se encuentra ya inmersa en una subida clara de casos, la cuarta desde el inicio de la pandemia. A juicio del presidente autonómico «evidentemente no va a ser como la tercera, pero eso no quiere decir ni que sea menos importante ni que nos relajemos, porque aquí cada enfermo cuenta y sobre todo porque si no se toman medidas esta cuarta ola puede ser, si no más intensa, sí que más larga».
Page, que ha hecho estas declaraciones en el toledano Palacio de Fuensalida durante la firma de un protocolo con la Fundación CEOE, ha ha defendido que «hay que acabar con los momentos de punta para decir con perspectiva, con el tiempo, que hemos hecho lo correcto». En la misma línea ha expuesto que «en el país el conjunto de medidas que se están tomando son muy homogéneas, enfatizamos más un matiz u otro, ponemos el acento allí o allá, pero en la realidad es que todo tiene que ver con la movilidad y con la contención de lo que sabemos que son las causas de contagio».
Para combatir esta cuarta ola «y la pandemia en general» Page confía en el avance del proceso de vacunación. Ha destacado que este jueves se alcanzará el hito de que el número de inoculados con la pauta completa en Castilla-La Mancha sea superior a la cantidad de contagiados confirmados desde el inicio de la pandemia. «Vamos alcanzando una velocidad de crucero», ha remachado.