La denominada variante británica del coronavirus SARS-CoV-2 ya supone el 74,4% de los casos secuenciados en Castilla-La Mancha según los datos difundidos el lunes por el Ministerio de Sanidad y cuyos resultados se desglosan por comunidades autónomas pero no por provincias.
Según la estadística ministerial, en la semana epidemiológica 12 (21 al 27 de marzo), las más reciente estudiada hasta la fecha, se analizaron 415 muestras del virus procedentes del territorio castellano-manchego. Casi tres de cada cuatro correspondían a la variante B.1.1.7, que refuerza en su hegemonía en la comunidad.
El crecimiento de su dominio se aceleró en la segunda mitad de marzo. En la semana anterior (8-14) supuso el 59,4% de las muestras estudiadas. Un aumento de 15 puntos que solamente supera Aragón, donde pasó del 32,2% al 58,2%.
La distribución por España no es precisamente homogénea. Hay autonomías como Asturias, Navarra y Galicia en las que supone ya más del 90%. En otras como Madrid se queda en el 59,6%, retrocediendo frente a estudios anteriores, si bien hay que tener en cuenta que los datos pueden estar sesgados ya que es muy escaso el número de muestras analizadas, tan solo 146. En otras ocasiones se han secuenciado más de 800.
«La situación en España, estimada mediante marcador SGTF o PCR específica, es de diseminación amplia y ha aumentado rápidamente en las últimas semanas. En 11 comunidades autónomas de 16 de las que se dispone de datos supone más de un 70% de todas las variantes y en 5 más del 90%», señala el Ministerio.
Las autoridades sanitarias enfatizan que es una variante «más transmisible, probablemente más letal y no parece que el escape a la inmunidad sea importante». Sustituye muy rápido a las variantes previas y es la dominante en la mayor parte de los países europeos y en otras localizaciones como Israel. Añade que las medidas de prevención (mascarilla, distancia interpersonal, higiene de manos y ventilación) son eficaces para todas las variantes.
La confirmación de estas variantes se realiza mediante secuenciación. Para su detección y cribado pueden utilizarse distintas técnicas de PCR.