Boulevard Literario Conquense: «Volverás a la tierra»

Volverás a la tierra.- Eulalio López Cólliga.-Ediciones El Drago.-2019

Cuando   un libro cae en mis manos, mi primera actitud antes de abrirlo es la de un gran  respeto hacia  quien lo ha gestado en sus entrañas literarias; lo considero como tierra sagrada en la que hay que entrar descalzo con temor a perturbar su intimidad. Los poemas de Volver a la tierra son gritos dormidos, llanto de tierra parda, chopo desnudo y pino destronado; un libro en el que     Eulalio López Cólliga   plasma  en sus páginas calientes  el alma de castellano recio, centinela  espiritual de un pueblo olvidado;   vigilante sereno y dolorido, poeta subyugado por una tierra   desnuda que le atrae e hipnotiza, Eulalio poeta herido por el dardo amoroso de una tierra  altiva que grita abandonada, Eulalio frente al espejo, en interna lucha  de  poeta.    

El libro está dividido en varios   bloques temáticos: España; Altarejos, su pueblo; Cuenca, su ciudad,   y  Andalucía, su duende. Volver a la tierra es un título profético para el poeta que desde su trabajo en Madrid vuelve a Cuenca  doliente de  nostalgia y convencido de la fragilidad de la vida:   Las campanas de mi pueblo cantaron cuando nací, llorarán  cuando me muera. Eulalio  navegando por las calles y campos de su pueblo   se convierte en poeta y envuelve a Cuenca en un haz de esperanza luminosa…ser humano en una  sencillez dignificada. La forma de sus poemas alterna el soneto clásico de perfecta hechura con el romance popular y en contadas ocasiones el verso libre.

Utiliza palabras sencillas que todo el mundo entiende intercalando en ocasiones otras de gran sonoridad como chiantes: La sierra tiende su arco de chiantes flechas; o  urentes: venderá los urentes y altivos despojos de su tierra.    

En la  parte dedicada a  Altarejos sus poemas navegan por la nostalgia de la infancia, evocación del campo, recuerdo de las cuatro estaciones, campos verdes, margaritas, amapolas, el sol, la lluvia, los vencejos, la siega, la siembra, la vendimia, la niebla, el  frío,  etc…. buena prueba de ello es el vocabulario con olor a campo, a tierra, a sudor y  surco castellano:
Majano: Presencia permanente del paisaje, la picaza asombrada en el majano…
Cardencha: La llamada del árbol solitario, el  pozo, la cardencha sin ramaje…
Auzar: En la fragua temblando cantan los hierros, auzar de rejas por la mañana temprano… 
Alcor: En la tensa quietud de los alcores, verde pardo, rojizo sufrimiento  
Besana : Brillará la amapola en los trigales, dejará el arado en la besana…

Su principal recurso poético son las metáforas e imágenes pictóricas llenas de gran plasticidad:

–Dueños del páramo, los cuervos revolotean sobre los surcos borrados…
–Los ateridos chopos centenarios desnudan el paisaje desolado…
–El rumor lejano de las norias paciendo su rosario…
–La luna besa las eras con su rostro deshojado…
–Siembran sudor tus manos desgastadas…
–Flechas de luto al viento de las horas (las golondrinas)…
–La luz se desploma en el vacío cual vaporoso pájaro sin alas…
–Esbeltas palmeras ponen banderillas a la noche…

Dignos de antología son los versos dedicados   al amigo muerto:

Te recordaré en alas de los vientos, /que te llevan y nombran, siempre amigo,
truncados de tu casa los cimientos….

Y la tierra, siempre la tierra, el hombre herido, el compañero, culmen de sus sentimientos  destaca el soneto VIERNES SANTO:

Clama sed de justicia el campo pleno / sumido en el olvido; compañero
del triste campesino sin amparo / amarga queja: Cristo “El Nazareno”
Pasea por Cuenca versos como alondras celestiales: catedral, Casas Colgadas, Semana Santa Cuenca, piedra a piedra, ciudad de dioses, este es el verso en su esencia pura:
Ansias de labios sin fin, en tus ventanas abiertas nacen alas.

Su calidad poética se agiganta  en los poemas dedicados a conquenses de raza:
*Guillermo Osorio:
Que plantará  chopos en las estrellas y al amanecer regará con sus versos la tumba de los muertos.
*Marco Pérez:
Que incluso los Cristos tan cercanos reflejan la tristeza de no verte y los pinos muestran su dolor, mientras el poeta calla que el alma de Castilla es el silencio….

Rozando lo sublime  entre  vidrios    verdes, mirando extasiado a  Federico   Muelas:

Hay un temblor de párpados cerrado / sedientos de tu voz, chopos dorados,
cantan tu voluntad amortajada…
* Juan Alcaide:
Entre la dulce flor de las espigas / rezuman mosto tus dormidos huesos….

En los romances nos transporta a un mundo pastoril, idílico, cantando a la Alcarria:

Tu mirada flor de albahaca / flor de romero para tu pelo
botones de oro para tu cuello…
Eulalio  expande  su amor intenso  por  Andalucía, bajo el manto poético del  Guadalquivir: como río padre que acoge a pueblos y ciudades bajo su acuoso manto: Andalucía alegre, bulliciosa a un lado… 

Frente a mí, la inmensidad salada / olas que vienen y van para poderte besar.
Vestida de luz y azahares, con ansias de mar, Sevilla / ¡Torre del oro en la tarde!
Resonar de los tablaos, batir de palmas, soleares, bulerías, cante jondo, Andalucía…

Y en grave contraste: el hombre hundido, gastado, vapuleado por la angustia del jornalero eterno:

¡Levantaos! que hable la amargura /Que se quiebre la luz sobre el acero
y respondan los muertos de la tierra,….
La tierra…siempre la tierra…  volver a la tierra, obsesión reiterativa de un alma inquieta que mira más allá del horizonte conjugando una  incógnita vital, un ansia viva por ese futuro a todas luces encerrado en interrogantes  y que lanza al aire en   el  soneto magistral (Presagio), donde se  pregunta:
¿Recogerá mi canto el marinero?
¿Se alzará con el águila en sus garras
o en la crin del caballo que galopa?

No es posible,  Eulalio amigo, que  a un alma tan inmensa  devuelva el eco sus palabras y  a ti que esperas frente a los chopos centenarios la tierra te arrebate la esperanza… Esa esperanza que en tu prólogo atesoras…a veces sí un esperar muy largo…pero siempre nos queda la esperanza.
De  “Volverás a la tierra”  ha dicho el prestigioso escritor Antonio Lázaro que sus poemas    van a despertar conciencias sin duda y al tiempo transmitir belleza…despiertas quedan las conciencias…lector desconocido, y la belleza sembrada surco a surco…entre los versos enhiestos y desnudos…versos florecidos en una tierra a la que volverás a leer una  y más veces, con los pies descalzos, tierra sagrada de Eulalio López Cólliga, ínclito poeta.


Juan Clemente Gómez