El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, ha anunciado en el Ayuntamiento que próximamente se prohibirá hacer botellón en la capital y que además se pretende que «no sea algo coyuntural y que se prohíba de forma duradera». De esta forma, no se podrán vivir más situaciones como la de la madrugada del sábado en Plaza España.
Para llevar a cabo esta prohibición, el edil socialista ha asegurado que el Consistorio tiene dos vías: modificar la ordenanza actual o hacer una nueva. En cuando a la modificación de la que ya existe, Dolz dice que «sería vía decreto y de forma más inmediata». En un principio, la primera intención es modificarlo, pero «si por lo que sea no sale, se hará una ordenanza nueva».
Esta medida ya está presente en otras capitales de provincia de Castilla-La Mancha como Toledo y en algunos pueblos de la provincia conquense como El Pedernoso. Ahora le toca a Cuenca, pero el alcalde no pretende que esto sea algo únicamente por la COVID-19, si no algo que se «mantenga mucho tiempo». Además, ha confirmado que «habrá más control policial».
Por otro lado, el Ayuntamiento ha decidido suspender cualquier evento municipal que llame a la aglomeración de personas, como las fiestas de San Julián o de San Mateo. Por coherencia con esta decisión, también ha emplazado a los organizadores privados de actividades como Conka Street, Titiricuenca o Estival Cuenca a aplazar estos eventos como medida de precaución.
Dolz ha querido hacer un llamamiento a la población conquense apelando a la «responsabilidad que hay que tener en estos momentos, porque todos tenemos padres, madres, abuelos y abuelas. Pensábamos que el verano nos iba a dar un respiro, pero el coronavirus no se ha ido de vacaciones».
