Botellón multitudinario en la noche de este sábado y la inmediata madrugada de este domingo en la céntrica Plaza de España de la capital conquense. Como ya sucediera el pasado fin de semana, cientos de jóvenes se congregaron en este espacio para pasar una noche de verano bebiendo y charlando -en algún caso también cantando y gritando- al aire libre.
Una aglomeración que, tal como se ha comprobado en las imágenes que circulan por las redes y por el relato de testigos, se produjo sin guardar las elementales normas de seguridad establecidas para evitar la propagación del coronavirus. Muchos de los asistentes no llevaban mascarilla y, a pesar de ello, tampoco guardaban entre ellos la distancia de seguridad de un metro y medio.
Las fotografías difundidas de este botellón han despertado la indignación de muchos ciudadanos que no han dudado en definir a los participantes con epítetos como irresponsables o egoístas junto a otros más gruesos para reproducir en un medio de comunicación. Las críticas también se extienden a las autoridades por lo que se entiende una dejación de funciones o falta de control al permitir que se den en estos fenómenos.
La situación no se limitó únicamente a la Plaza de España, según estos comentarios, sino que se extendió al Parque de Huécar, otro de los territorios del mapa del botellón en Cuenca.
Vecinos han denunciado que en el llamado Puente de la Autovía, en la entrada de la ciudad desde Madrid, y en el camino que une la Fuente del Oro con el antiguo club Serranía también se han repetido episodios de este tipo: concentraciones de jóvenes para tomar alcohol sin respeto a las normas de seguridad, en este caso en horario vespertino.
