Apoyo sin fisuras

Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha

Amanece un nuevo 12 de octubre y aunque este año el coronavirus se empeña en pintar todo de un tono diferente, uno más gris y apagado, tengo el convencimiento de que el carácter cálido, el coraje y la pasión de la ciudadanía española contribuirá a volver a pintar nuestros días de rojo y gualda.  

Unos colores con enorme significado para todos aquellos que nos sentimos españoles de corazón, ya que en el fondo lo que simbolizan es la unidad de España, que es la que garantiza que cada ciudadano o ciudadana de este país, con independencia del territorio en el que haya nacido o en el que viva, pueda ser igual a cualquiera de sus compatriotas.

Igualdad de derechos, igualdad de oportunidades, igualdad de libertades, que en el día en el que se conmemora la Fiesta Nacional nos llenan de motivos para defender, sin gritar pero con tono firme, la unidad de España.

Una defensa que hay que agradecer a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y, en el día de su patrona, de forma especial a la Guardia Civil, con su presencia y trabajo constante en todos los rincones de España.

Una labor que vienen realizando desde hace algo más de 175 años, cuando se creó este cuerpo de seguridad pública, y que gracias a la profesionalidad y empeño con la que la ejercen les ha permitido ganarse el respeto y el afecto de la ciudadanía, que identifica a cada uno de sus miembros como un servidor público.

Recorrer una región tan extensa como la nuestra permite observar cómo las casas cuartel de la Guardia Civil, con su ondeante bandera española, son parte del paisaje de nuestros pueblos, un paisaje al que contribuyen a darle vida los hombres y mujeres de la Guardia Civil y sus familias.

Precisamente ahora cuando muchos ciudadanos y ciudadanas salen de las grandes ciudades en busca de lugares más seguros, por su menor densidad de población, la presencia de la Guardia Civil en nuestros pueblos puede ser una razón más que contribuya a que se decanten para elegirlos como su residencia habitual.

Por estos motivos, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha continuaremos solicitando que el déficit de efectivos que ha sufrido la región en los últimos años se palie lo antes posible, al entender que la presencia de guardias civiles en nuestro territorio es fundamental para garantizar la seguridad de nuestros vecinos, ya que en numerosos lugares son el recurso más cercano y, en consecuencia, para garantizar su libertad.

La pandemia que estamos sufriendo, aun con las innumerables derivadas negativas que conlleva, también permite entresacar aspectos positivos, siendo uno de ellos la evidencia práctica de la importancia que tiene la actividad que desarrolla la Guardia Civil, que se ha demostrado esencial en los momentos de mayor dificultad y que animo a corresponder con un apoyo sin fisuras a todos sus miembros.