«Los autónomos son el colectivo económicamente más vulnerable en estos momentos»

José Luis Llandres, autónomo conquense gerente de Mundo Bebé, narra las dificultades que atraviesa el colectivo desde la declaración del estado de alarma por la pandemia de COVID-19

La declaración del estado de alarma por la pandemia de COVID-19 ha tenido un fuerte impacto en la economía. La prohibición de toda actividad comercial no esencial y ha generado graves dificultades al colectivo de autónomos, tal y como narra a Voces de Cuenca José Luis Llandres, gerente de Mundo Bebé, que lamenta que estos días «el ingreso es cero al estar cerrado el negocio». 

Su tienda de ropa y puericultura de bebé fue una de las que tuvo que echar el cierre desde el inicio de la crisis, hace ya más de un mes. «Tuvimos que hacer un ERTE para la trabajadora que tengo contratada porque tuvimos que cerrar por causas de fuerza mayor», indica. Los empleados «están entendiendo la situación y siendo muy comprensibles, y eso que hay algunos que todavía no han cobrado el desempleo, y eso que les tendría que haber llegado el día 10 de abril», critica. 

Llandres incide en que  «tuvimos que presentar la documentación para que nos concedieran las prestación por desempleo y todavía no nos han pagado». «Han sido días de muchos papeles que hay que presentar a la mutua, que es la que tiene que hacer todas las gestiones», recuerda. 

Otro de los aspectos que lamenta este autónomo es que «las ayudas que nos han dado se reducen a dirigirnos a un préstamo del Instituto de Crédito Oficial (ICO)». Y es que para hacer frente a los gastos que han tenido que seguir haciendo frente «o vas a un préstamo ICO con entre el 1,6%-1,8% de interés o tiras de lo que tienes ahorrado para quedarte a cero si tienes que pagar todo». Reconoce no obstante que los del ICO son buenos tipos de interés, pero apunta que «no deja de ser un préstamo que supone más endeudamiento».

El gerente de Mundo Bebé resalta en este punto que ha tenido que continuar pagando su cuota de autónomos de 368 euros mensuales, además del 30% del salario de su empleada y las cotizaciones a la Seguridad Social «todo esto con ingresos cero». «Lo que tenían que hacer es como en la Comunidad de Madrid, sacar un decreto en el que se han suprimido dos cuotas. Sería una ayuda más para los autónomos». 

En este punto, afirma que «los autónomos son económicamente el colectivo más vulnerable en estos momentos. Porque a los autónomos no nos dan dinero para reactivar la actividad, nos han dado una prestación por desempleo por cese de actividad que nos correspondía ya por Ley y los préstamos ICO. La moratoria de pagar del 20 de abril al 20 de mayo los impuestos es una medida que se ha hecho para un mes, pero en mayo vamos a tener que pagarlos hayamos tenido o no ingresos». 

En cuanto a los planes de futuro, destaca que gracias a estar asociado a la CEOE y la Asociación del Comercio se ha podido acoger a la campaña que permite a los clientes comprar vales durante el confinamiento para poder gastarlos más adelante. 

El regreso a la vida normal no va a ser de un día para otro, según asevera. «Cuando se pueda abrir, hay que reactivar la actividad comercial y concienciar a los clientes de que seguimos aquí, que no los hemos dejado de lado y tendremos que ir poco a poco. Nos va a costar mucho encaminarnos porque el consumo no va a ser el que era. Creo que cuando se levante el estado de alarma y se acabe el confinamiento no se va a salir de golpe a comprar a las tiendas», sentencia. Este comerciante da por hecho que «vamos a perder gran parte de mayo y luego tendremos que abrir con unas medidas, y con algún tipo de aforo. No va a ser abrir y recuperar los meses perdidos en un mes, eso es inviable».

En su caso pone como ejemplo la campaña de las comuniones, temporada alta en su sector. «Ahora estaría a tope con todos los vestidos arreglados, entregados y la campaña hecha a falta de los detalles, y eso se ha fastidiado. No sabemos si eso se va a recuperar y se van a hacer las comuniones en septiembre, octubre y si se van a poder hacer o no», indica. Por el momento no ha hecho un cálculo minucioso de cuántas pérdidas económicas puede haber supuesto al balance anual, pero estima la bajada anual de ingresos en un 50% aproximadamente. 

Como punto positivo, mantiene abierta la venta online a través de su página web. No obstante, señala las dificultades del modelo en estos momentos porque «si no sabes qué día vas a poder salir de casa no vas a ponerte a comprar ropa para un bebé». 

Para concluir, recalca que «lo que pedimos ahora mismo los autónomos, que somos el colectivo más vulnerable, es que no sólo que se aplace el pago de impuestos, también otro tipo de medidas como están haciendo en otros países, como la inyección de dinero a fondo perdido. Eso sí, que se hiciera con todos los controles posibles para evitar el fraude. Porque las medidas que han tomado hasta el momento son las mínimas, insuficientes».