El valor añadido detrás del sector porcino

La modernización en los procesos de producción y el cuidado del bienestar animal se convierte en dos conceptos claves en la industria del sector porcino

Trabajadores de Frivall
Trabajadores de Frivall

El sector porcino, además de ser uno de los estándares de la industria agroalimentaria española, es también una pieza clave tanto en la economía como en el sector ganadero del país. Si miramos más allá de nuestras fronteras, España es la cuarta potencia mundial productora, después de China, Estados Unidos y Alemania, y la segunda europea, por detrás de Alemania. Además, nos encontramos ante una industria que, durante los últimos años, ha crecido notablemente y que se ha consolidado como segundo mayor exportador de porcino de la Unión Europea (UE), solo por detrás de Alemania, aumentando espectacularmente las exportaciones a China y otros países del Sudeste asiático.

Con estos antecedentes, una industria de tal potencial no podía quedarse atrás en I+D+i y economía circular. La innovación no solo permite a las industrias hacer frente a la demanda de los consumidores y cumplir con las necesidades de la sociedad, sino que es supone una importante herramienta de diferenciación, tanto a nivel nacional como internacional. El sector primario muchas veces ha sido tachado de poco revolucionario y disruptivo; pero hay ejemplos claros que lo desmienten y que lo convierten en una industria circular, eficiente e innovadora.

En este contexto; por ejemplo, Frivall compañía dedicada al sacrificio y despiece de carne de porcino, con sede en Villar de Olalla (Cuenca), destaca como una de las pioneras y más avanzadas en la aplicación de la I+D+i en toda su cadena de valor y,
por tanto, la sitúan como una de las empresas locales que más innovadora que más valor añadido aportan a la región. Su vinculación al Grupo agroalimentario español Vall Companys -con presencia en todo el territorio nacional- le proporciona un alto nivel de i+d+i en toda la cadena de valor agropecuaria.

Instalaciones de Frivall en Villar de Olalla.

Digitalizar las granjas

Cada vez más, los granjeros aplican técnicas de Smart farming para optimizar resultados y reducir externalidades. Un ejemplo de ello es la Granja 5.0, una plataforma de I+D+i, impulsada por el citado grupo agroalimentario, con el objetivo de obtener y aplicar tecnologías que mejoren la crianza porcina. Es un sistema innovador que permite un control móvil y en tiempo real de todas las variables del proceso de producción. Esta granja se encuentra en Lleida, cerca de la comunidad autónoma de Aragón.

Su funcionamiento se estructura a través de cuatro pilares: el estudio de nuevas técnicas relacionadas con la alimentación animal; la valoración de distintos sistemas que permitan una mejora en la salud, así como el confort y la bioseguridad, de los animales; la evaluación constante de las distintas prácticas para el cumplimiento y la aplicación de la sostenibilidad en las fases de producción; y, por último, la implementación de soluciones basadas en el “Big Data Farm”. La Granja 5.0 permite estudiar el confort de los animales en base a distintos parámetros que afectan a su bienestar, salud y bioseguridad. Como, por ejemplo, la calidad del aire, que es monitorizada mediante sondas de amoníaco y CO2. En este sentido, se potencia la economía circular a través de un sistema que separa el purín en líquido del sólido, obteniendo como resultado un abono natural que se diferencia de los químicos. La energía también se obtiene de forma sostenible mediante una placa fotovoltaica propia de 10kw.

El bienestar animal y la sostenibilidad, una prioridad para el sector

El bienestar animal está cada vez más vinculado en la mente del consumidor al concepto de “de la granja a la mesa”, con lo que espera que los alimentos producidos según este proceso respeten los principios éticos de sostenibilidad, bioseguridad y seguridad alimentaria.

El compromiso del grupo para garantizar unas condiciones favorables y de bienestar en la cría de los animales no solo es propio de la compañía, sino que forma parte de la filosofía y la metodología del mismo Grupo Vall Companys. A lo largo de los últimos años, la compañía ha llevado a cabo grandes esfuerzos a favor de la sostenibilidad, el bienestar animal y el desarrollo de buenas prácticas, con el objetivo de mejorar toda la cadena de valor (desde la cría de los animales hasta la venta del producto final al consumidor).

Prueba de ello es el galardón obtenido recientemente por el Grupo en reconocimiento de este compromiso: el sello IAWS (Interporc Animal Welfare Spain), que refuerza el compromiso de las empresas ganaderas y de sacrificio y despiece con el bienestar animal, dando respuesta a las demandas de los consumidores, pero también a las necesidades del sector y también de la gran distribución.

Contar con este galardón garantiza que Frivall contribuye a la sanidad general y al trato ético del animal, aportando adicionalmente control y evaluación de sanidad, profilaxis, bioseguridad, manejo y trazabilidad, de manera que se integra y refuerza la seguridad alimentaria. En esta misma línea, el Grupo Vall Companys impulsó el proyecto Welfare+ con el objetivo de implementar estrategias que permitieran ir un paso más allá en cuanto al bienestar animal en el sector porcino.

Como paraguas de todo ello, Grupo Vall Companys situó el bienestar de las granjas porcinas como uno de los principales ejes de acción del Programa Penta: el plan de sostenibilidad con objetivo 2030. Este programa persigue conseguir el 100% de granjas auditadas y reducir el uso de antibióticos en un 60%, en gran parte los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.