Malasinskas y la pareja arbitral lastran las opciones del Incarlopsa Cuenca de puntuar en León (33-30)

Partido muy igualado en marcador y juego en el que brillaron Simonet y Nazaré para el cuadro conquense

El Incarlopsa Cuenca rozó este sábado la victoria o al menos el empate en León, pero se quedó a las puertas por muy poco. Por tres goles, dice el marcador, que se quedó en 33-30, pero en realidad por mucho menos, ya que la igualdad fue una constante y se mantuvo casi hasta el último suspiro. En ese ‘casi’ que le faltó al equipo conquense tuvo mucho que ver el talento de jugadores locales como Malasinskas  o algunos errores en momentos clave, pero, sobre todo, la actuación arbitral de Jordi Ausás y Miquel Florenza, quienes permitieron una dureza superalativa a la defensa leoneses y rara vez favorecieron los intereses visitantes.

El partido empezó con un gol de Pablo Simonet, quien firmó uno de sus mejores partidos de la temporada: estuvo intenso, acertado, valiente. Tras ese tanto inaugural se alternarían los empates y ventajas alternativas de uno y otro equipo que nunca superarían el gol de diferencia hasta alcanzar el minuto 12.

Fue ahí cuando el León consiguió poner una distancia de dos (10-8), nada que supusiera una brecha en el partido, pero el empuje de los Arnau, Thiago y un Nazaré muy resolutivo permitieron otro nuevo empate. Hasta que una exclusión precisamente a Nazaré y algún desabarajuste permitieron a los anfitriones volver a mandar en el mercador, yéndose al descanso con un 18-16.

El comienzo de la segunda mitad marcó los minutos más favorables para el León, quien llegó a ponerse cuatro arriba (20-16, minuto 32:17) y a punto estuvo de quebrar el partido. Fue poco después cuando ocurrió una de las jugadas, si no determinante, sí paradigmática de lo que fue al partido. Un golpe en la cara a Simonet que solamente mereció dos minutos para Jaime Fernández. Tenía todo el aspecto de roja pero los árbitros ni se reunieron a decidir si así debía ser.

A pesar de esas dificultades, gracias a un cohesionado juego interior y a destellos de Ante Grbavac -incluso desde los 7 metros desde los que le dispararon tasntos balones-, el Cuenca fue otra vez suturando la herida y acechando a su rival, soplando sobre el cogote de los leones. 26-25 en el minuto 47; 28-27 en el 51. Hubo hasta un espectacular fly entre Nacho de Moya (que logró un 4 de 5) y Simonet. Se sufrió haciendo disfrutar. Había partido y posibilidad de puntuar, vaya que sí.

A falta de tres minutos y medio Thiago ponía el 31-30 y el miedo en el cuerpo, pero un gol de Malasinskas , siempre Malasinskas, de penalti, siempre los penaltis, y una parada de Papantonopoulos sentenciaban el partido. De poco sirvió el tiempo muerto final.

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