Inapelable victoria barcelonista en El Sargal (26-38)

El partido se rompiĆ³ pronto, antes de que se hubieran cumplido los primeros diez minutos

Incluso para los equipos europeos, como lo era el REBI Balonmano Cuenca hasta hace una semana, los encuentros ligueros contra el Barcelona son un mero trƔmite, un cƔliz que hay que beber, una visita al dentista que se asume tragando saliva y a otra cosa, mariposa. Ante la improbabilidad -y casi imposibilidad- de puntuar, el enfoque siempre es disfrutar, demostrar seriedad y cruzar los dedos para que no haya lesionados. E intentar que suene la flauta y ponerlos en apuros o algo parecido.

Pero no, no ha habido sorpresas este sĆ”bado en El Sargal y los catalanes se han llevado la victoria con una absoluta superioridad. Hasta el guardamenta PĆ©rez de Vargas marcĆ³ dos goles para su equipo. Un 26-38 de resultado final que refleja la dinĆ”mica de un partido que se rompiĆ³ pronto, poco despuĆ©s de sus cinco primeros minutos.

Y eso que gracias a una defensa tan seria como la demostraba en Valladolid, los conquenses incluso llegaban a ponerse por encima en el marcador al comienzo. Un 3-1 que fue mĆ”s un espejismo que otra cosa, aunque tuvo el poder de sostener el efĆ­mero sueƱo de la grada. El Barcelona pronto se vistiĆ³ de campeĆ³n y cuando se alcanzaba un tercio de la primera mitad ya habĆ­a volteado el electrĆ³nico y puesto una distancia de cinco por encima: 4-9.

Los atacantes locales se chocaban una y otra vez con el muro de la defensa, sin capacidad para trenzar jugadas, y encomendƔndose a NazarƩ, quien de vez en cuando lograba horodar la meta rival. Insuficiente estrategia ante el rodillo barcelonista, que llegaba al descanso con un 14-25. Abrumador, pero justo.

Tras el descanso el Cuenca puso todo su empeƱo en maquillar el tanteo y tratar al menos de dar la mejor imagen posible. Y llegaron a brillar con jugadas como la del reinicio con Pozzer de ejecutor pero, cuando no era la defensa, era el portero el que desbarataba sus intentos. En el minuto 40 la distancia era ya de 18-31.

Los visitantes levantaron -algo- los pies del acelerador y el Cuenca no renunciĆ³ en momento al pundonor ni la profesionalidad, lo que permitiĆ³ que el Ćŗltimo tramo sumar ocho goles frente a los siete de los baulgranas. Un parcial para las cuentas propias y a pasar pĆ”gina para otro dĆ­a.

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