El Incarlopsa Cuenca no jugará la Copa del Rey al perder en Puente Genil (29-26)

Los finales de las dos mitades condenaron al equipo conquense, que remonto cinco goles de diferencia para morir en la orilla

El Incarlopsa Cuenca no estará en la fase final de la Copa del Rey que se disputará en Madrid a inicios del mes que viene. El equipo conquense ha dilapidado sus opciones de jugar la competición copera al caer este miércoles frente en Puente Genil por 29-26 en un partido correspondiente a la 3ª jornada doblemente aplazado y que la aritmética liguera había convertido en un duelo directo. Los de Lidio Jiménez acusaron dos nefastos finales de las dos mitades del partido y una colección de errores no forzados que lastraron la que hubiese sido una heroica remontada. A cinco minutos del final lograban el empate que, de haberse mantenido, les hubiera servido como salvoconducto para el WiZink Center, pero no pudieron amarrar la reacción y serán los andaluces los que jueguen en el pabellón de la plaza de Felipe II.

Los dos equipos, parejos en la tabla y en las ambiciones, protagonizaron un inicio muy igualado, casi de reconocimiento, con más miedos que osadías. En el ataque visitante Bulzamini y Colo competían por el maillot de la combatitividad y los locales no terminaban de aprovechar el buffet libre las superioridades numéricas que propiciaba un riguroso arbitraje, enquistados con un Maciel no espectacular pero seguro. Las tablas y los empates mínimos eran la constante hasta que el partido se quebró por una pájara de los castellanos en el peor momento. Desde el 11-11 del minuto 23:32 el Cuenca no marcó ya en la primera mitad. Las precipitaciones de Pizarro y otros compañeros y las paradas de De Hita propiciaron la primera brecha importante, que un tiempo muerto de Jiménez no pudo suturar. Así se llegó con 14-11 al descanso y la necesidad de remar a la contra.

Ir contra el marcador fuera de casa, aunque no haya público, desgasta física y psicológicamente a un equipo y ese peaje termina apareciendo en los momentos más inoportunos. Fue lo que le tocó al Incarlopsa, que soportó diferencias de entre tres y cinco goles al comienzo de la segunda mitad. La defensa local ofreció sus mejores minutos y la visitante no ofrecía su versión más inspirada. Con el 19-14 en el minuto 38, Lidio se vio obligado otra vez a detener el juego para reinventar el partido.

Lo consiguió. A menor ritmo del deseado y a pesar de errores no forzados, pero lo consiguió. La zaga conquense con un dibujo diferente al habitual conseguía sorprender a su rival y dos goles de Moscariello en apenas dos minutos ponían el anhelado, y suficiente empate (29-26), en el luminoso en el 25:25. Pero el viento del partido cambio de dirección; el huracán se dio la vuelta. No acertaron en sus lanzamientos Pizarro, Bulzamini y, de penalti, Nacho Moya. Sí lo hicieron los locales Estepa y Castro, que dieron en ese trance final dos puntos y la ilusión de una Copa.

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