Zóbel protagonizará en el Museo del Prado una exposición temporal sobre arte contemporáneo

Picasso y Parreno serán los artistas a quienes estarán dedicadas las otras dos exposiciones dedicadas al arte más reciente

Museo del Prado (Foto: Oilisab / Creative Commons 4.0)

Fernando Zóbel, Picasso y Parreno serán los protagonistas de las tres exposiciones e instalaciones dedicadas al arte contemporáneo que tiene previstas el Museo del Prado a lo alrgo del presente año 2022.

Zóbel es el impulsor del Museo de Arte Abstracto en la ciudad de Cuenca y el catalizador de la vanguardia artística que acogió la capital del Júcar en el pasado. Su influencia ha sido capital en el alma cultural de la ciudad que sirvió de inspiración para muchas de sus obras. Fue nombrado Hijo Adoptivo de Cuenca en 1972. En 1966 funda el Museo de Arte Abstracto Español en las Casas Colgadas con obras de Gerardo Rueda, Gustavo Torner, Manuel Millares, Sempere, Antonio Saura, Martin Chirino, Bonifacio Alfonso, Luis Feito… En 1980 donó todo su fondo al Museo de Arte Abstracto Español y a la Fundación Juan March.

El Museo del Prado ha formado e inspirado a numerosos artistas contemporáneos y lo ha hecho de formas diversas. A tres de ellos: Picasso, Zóbel y Parreno, estarán dedicadas exposiciones e instalaciones en 2022, año en el que culminará el nuevo despliegue de la colección permanente. Estos serán los dos ejes principales de la actividad de la institución a lo largo de 2022.

El marqués de Santillana, Paret, Carracci y los artistas españoles en el Nápoles del Renacimiento entre otras completan el programa de exposiciones temporales para 2022, en las que el Museo del Prado colaborará con instituciones nacionales e internacionales como la Biblioteca Nacional, el MNAC de Barcelona, el Museo de Capodimonte de Nápoles o la Galleria Nazionale d’Arte Antica de Roma.

Entre las principales novedades que deparará el nuevo planteamiento de la colección permanente destaca la recuperación de la galería jónica norte, que se dedicará a la escultura clásica, un nuevo discurso narrativo y expositivo en las salas de Goya de la primera planta del edificio Villanueva, salas monográficas dedicadas a los leonardescos o al naturalismo europeo a inicios del siglo XVII, o una sala, la 40, centrada en las múltiples funciones de las copias conservadas en el Prado