Una de las procesiones con más sabor tradicional del calendario conquense, la del Cristo del Amparo, ha vuelto a recorrer las calles de Tiradores y del centro de la ciudad en la tarde de este domingo de la Ascensión. La pequeña imagen del crucificado entre espejos ha salido del templo con el que comparte nombre en torno a las ocho para adentrarse por los vericuetos y estrechas callejas del histórico arrabal. Después ha sorteado los escalones junto a la Casa de las Rejas para continuar su itinerario por Las Torres, regalando así una de las estampas más llamativas de la jornada.
La procesión, que abría la cruz parroquial y la enseña de la cofradía, ha contado como es habitual con la presencia del guión de la hermandad del Cristo del Perdón (La Exaltación), con la que mantiene intensos vínculos históricos. Tampoco han faltado las reinas y damas de las fiestas del barrio así como pequeños ataviados con la indumentaria típica serrana y mujeres con mantilla española.
La presidencia eclesiástica ha correspondido a Declan Huerta, párroco del Cristo del Amparo y Fátima, mientras que en representación del Ayuntamiento han acudido las concejales Cristina Boza (PSOE), Cristina López (PP) y Cristina Fuentes (Ciudadanos). La Banda Municipal de Música de Cuenca que dirige Juan Carlos Aguilar se ha encargado de marcar con sus marchas el discurrir del paso, que ha recibido varias petaladas desde los balcones.
Decenas de devotos han acompañado a la imagen con sus velas encendidas a modo de símbolo de la emoción y fervor que se renueva generación tras generación.