Sociedad Tolkien Cuenca: un cuarto de siglo de aventuras fantásticas

La delegación conquense de la Sociedad Tolkien Española cumple un cuarto de siglo desde su creación. Tiempo en el que han organizado actividades por toda la provincia e incluso fuera de ella

La obra de John Ronald Reuel Tolkien ha sido objeto de admiración y estudio a nivel internacional desde hace prácticamente un siglo. Cuentos, poemas, ensayos, novelas y sobre todo, lo relacionado con El Hobbit, El Señor de los Anillos y la Tierra Media, en general. Tanto es así, que a lo largo del mundo se han creado grupos para estudiar la vida y obra del autor británico, como la Sociedad Tolkien Española (STE) o, más concretamente, el ‘Smial de Cuernavilla’.

El Smial de Cuernavilla es la delegación conquense de la Sociedad y, el 1 de julio de 2024, cumplen 25 años. Durante este tiempo, este grupo de aficionados han realizado numerosas actividades tanto públicas como privadas y locales y nacionales, además de las CTA (la Cuernavilla Tolkien ‘Adherthad’, o reunión) mensuales, a excepción de los meses de julio y agosto.

Pero, ¿qué es un ‘smial’? “En un agujero en el suelo, vivía un hobbit”, comienza la novela de Tolkien, “era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad”. Ese tipo de viviendas excavadas bajo la tierra, son los ‘smial’ en idioma hobbit. Además, es como la STE denomina a sus delegaciones locales.

Cuernavilla, por otro lado, es un lugar de la Tierra Media. Una fortaleza amurallada situada en el Folde Oeste previa al Abismo de Helm, construida de tal forma sobre una colina y junto a la hoz de un río que, incluso en ilustraciones originales del propio Tolkien, puede asemejarse al perfil de la ciudad de Cuenca. Es más, para afianzar este parecido, a principios de los 2000 uno de los miembros del ‘Smial’ realizó un dibujo mezclando Cuernavilla con Cuenca.

Estandarte del Smial, un mathom -regalo- de una convención anual, el cuadro es una copia original remitida por el autor (Ted Nasmith, uno de los ilustradores de Tolkien) y una jarrilla con el nombre de uno de los socios, ya fallecido. Fuente: Smial de Cuernavilla.

Una vez aclarado el porqué del nombre, se puede volver al ‘smial’. Se creó cuando, hace 25 años, un grupo de amigos comenzaron a hablar de El Señor de los Anillos durante los entrenamientos del equipo de rugby. Se unieron a un ‘wargame’ (juego de mesa de guerra) por correspondencia con esta misma temática y, como la STE permite la creación de delegaciones en cuando se reúnen cinco o más miembros, decidieron dar el paso.

Así, poco a poco fueron sumando adeptos hasta llegar a tener un pico de unos 30 miembros, habiendo llegado, en total durante este tiempo, a las 50 personas, aproximadamente. En la actualidad, forman parte del ‘Smial de Cuernavilla’ alrededor de quince personas, juntándose, de normal, una decena.

Para celebrar este cuarto de siglo han organizado una jornada de convivencia el día 30 de junio. Su principal idea, explican Jorge López, miembro fundador y presidente de la delegación durante 23 años y medio; y Ángel Malavia, socio también desde el principio, es que puedan asistir todas las personas que hayan formado parte del ‘smial’ en algún momento. Eso sí, también afirman que la jornada “está abierta para quien lo quiera descubrir”.

Eso sí, el acto más importante (igualmente, enfocado para los miembros aunque abierto a participación externa limitada) será en septiembre. En la localidad de Villaconejos del Trabaque el ‘Smial de Cuernavilla’ quiere organizar una ‘mereth’ (fiesta) temática, que contará con cena de gala, lectura de cuentos y un rol en vivo con ambientación de la vida en la ciudad de Númenor.

Igualmente, hay otras ideas en el aire para desarrollar durante todo el año. Por ejemplo, una exposición con el material que ha ido acumulando durante este tiempo la delegación conquense de la Sociedad Tolkien Española. Se trata de unos 30-40 paneles en A3 que ya se expusieron en la Feria del Libro hace 20 años.

Vida en el Smial

En estos 25 años, los miembros del ‘Smial de Cuernavilla’, como ya se ha dicho, han organizado y participado en numerosas actividades y eventos. Talleres de lectura en bibliotecas, representaciones teatrales, conferencias, exposiciones (tanto en la provincia como fuera de ella, pues también las han realizado en localidades como Landete y en ciudades como Salamanca)… Es más, una exposición colocada en el Salón de Actos de la Diputación Provincial, explica López, “en su tiempo fue el segundo evento más visitado en ese lugar”.

Exposición organizada por el Smial en el Salón de Actos de la Diputación. Fuente: Smial de Cuernavilla.

Incluso se han encargado, en al menos dos ocasiones, en organizar la reunión de la Sociedad Tolkien Española. Concretamente, en el municipio de Uclés.

En cuanto al ámbito privado, por un lado están las ‘mereth’, en las que suele haber un tema concreto y, como buena representación hobbit, mucha comida; y, por otro, las reuniones cuasi mensuales. En ellas (al igual que se hace también a nivel nacional), se habla sobre la vida y obra de Tolkien a todos los niveles.

“Su obra atrae porque entretiene, se disfruta y emociona”, afirma Jorge López. “Llegas, lees un texto que te ha emocionado y se comparten opiniones con los demás. Todo suma”, explica. Eso sí, también dejan claro que no es solo leer los cuentos del autor británico y ya. También se tratan sus ensayos sobre lingüística, obras derivadas de la suya, análisis de otros autores… “Además, es como una reunión de amigos, empiezas comentando un cuento y acabas hablando de cualquier cosa”, comentan.

Comida en una mereth haciendo referencia a los Anillos del poema (nueve para los hombres, siete para los enanos, tres para los elfos y el Anillo único). Fuente: Smial de Cuernavilla.

Lo que sí deja claro López es que “no es un sitio erudito lleno de estudiosos, aunque pueda haberlos”. “Hay quien ha leído poco, quien ha entrado por las películas, quien solo quiere hacer dibujos, si alguien está haciendo un ensayo le ayudamos a investigar… Hay libertad absoluta de participación”, sentencia el expresidente de la delegación. “Cada uno aporta y disfruta de lo que quiere”, explican, añadiendo que hay miembros desde los 14 a los 80 años.

Eso sí, el mayor problema lo tienen con los jóvenes. No porque no se impliquen, que lo hacen, si no porque se marchan a trabajar o a estudiar fuera, entonces “lo que podrían estar aportando aquí, lo hacen en Madrid, en Valencia o donde estén”, afirma Malavia.

“Lo importante es que aporten”, reiteran, poniendo de ejemplo al colectivo de ‘Bardos Errantes’, músicos de prácticamente todas las delegaciones que, debido a su profesión, viajan mucho y, aunque no puedan colaborar con sus respectivas delegaciones, lo hacen entre ellos.