La continuidad de la Asociación Mares de Leche se encuentra en el aire tras 22 años en activo. La falta de relevo para llevar las riendas de este colectivo es el motivo que amenaza su continuidad.
Lucía Navarro, presidenta de la asociación desde su creación, señala que han tenido varios intentos para asegurar su continuidd pero no han fructificado. «Desde antes de la pandemia ya hemos tenido varios intentos de renovar la junta directiva pero realmente no hemos tenido mucho éxito. Mares de Leche nació hace 22 años, casi 23, y ahí seguimos. Hemos tenido mucha actividad durante muchos años, hemos desarrollado mucho trabajo, de manera altruista, de servicio a Cuenca…pero vamos cumpliendo años, nuestros hijos también. Ha sido un proyecto que nos ha encantado pero también tenemos otros proyectos personales porque la vida va evolucionando. Hemos tenido muchos intentos de renovación pero no ha sido posible y con la pandemia, menos».
La máxima responsable de la asociación destaca que las actividades organizadas «han tenido buena acogida porque han estado viniendo muchas mamás, papás, niños…pero detrás de todo eso hay mucho trabajo. Siempre ha habido un equipo de personas haciendo ese trabajo por detrás, ya son muchos años y aparecen otros proyectos. Nos da muchísima pena pero hemos convocado tantas veces a las socias para poder hacer cambios…pero no ha sido posible porque la gente no se podía implicar por diferentes razones, totalmente respetables».
Lucía Navarro ha puesto en valor la labor realizada durante estos años en un momento de la vida crucial para muchas mujeres. «Durante todos estos años habrán sido cientos de mujeres a las que hemos atendido pero tampoco sabría decir exactamente un número. Se ha atendido por teléfono, han venido a los talleres, las hemos visitado en el hospital, han venido a nuestras casas…cientos de mujeres habrán sido. También hemos hecho mucha promoción de la lactancia en cuentos, agendas… El grupo de trabajo que hemos estado ahí nos sentimos muy orgullosas. Nos da pena pero, a la vez, nos sentimos súper orgullosas del proyecto».
«Surgimos por necesidad. Entonces no había la información que hay ahora»
Navarro recuerda unos inicios que arrancaron ante la puesta en común de una experiencia compartida. «Nacimos a raíz de un encuentro de una serie de mujeres que acabábamos de tener nuestro primer hijo. En ese momento estaban proliferando mucho los grupos de apoyo. Era un proyecto que me encantaba, coincidimos unas cuantas mujeres en que nos apetecía realizar esa labor, tanto para nosotras como para los demás. Fue de esos momentos mágicos en los que un grupo de gente coincide, con fuerza para emprender un camino. Así surgió. De la necesidad de compartir nuestra vivencia con la lactancia y la necesidad de muchas mujeres que tenían muchísimos problemas, porque entonces no había tanta información como ahora. Apenas había».
La Asociación Mares de Leche se encuentra en una encrucijada bastante habitual en los diferentes colectivos asociativos, la ausencia de relevo. «También tenemos que entender que es un proceso natural en las asociaciones, no nos ha pasado a nosotras solas. En los mejores momentos estaríamos cerca de 50 socias pero luego la gente se cansa, vuelven los recibos del banco… Les ha ocurrido a otros grupos de apoyo, muchos han desaparecido. Es un servicio a la comunidad, altruista, y cada vez somos más individualistas aunque las experiencias recientes nos deberían enseñar que somos más fuertes como colectivo».
