El perfil deseado del director de la Semana de Música Religiosa: un gestor experimentado que la conozca bien

Manuel Millán, Marco Antonio de la Ossa, Pedro Mombiedro y Pedro Pablo Morante aportan las claves para acertar en un puesto fundamental para la SMR

La Semana de Música Religiosa (SMR) de Cuenca se encuentra en este momento sin dirección artística tras la decisión de Daniel Broncano de no continuar en el puesto tras su primera y única edición al frente. El Patronato de la SMR deberá decidir quién capitanea el proximo año, marcado por una cifra redonda como es el 60 aniversario. La SMR es para Cuenca mucho más que un certamen musical. Es una seña de identidad. Uno de los motivos de orgullo que han dado a conocer el nombre de la ciudad asociado a una actidiad cultural marcada por la excelencia. Una seña de identidad que, da la impresión, que ha perdido entidad durante los últimos años por motivos vinculados a aspectos más económicos y de gestión.

El Patronato aún no se ha reunido para iniciar el proceso de encontrar sustituto o sustituta para el último director artístico que ha estado al frente tras dos ediciones de paréntesis por la pandemia. Voces de Cuenca se ha puesto en contacto con varios expertos conquenses para pedir su opinión sobre el perfil y las características que debería tener quien asuma la dirección artística de la SMR. Su experiencia y conocimiento de la materia permiten conocer algunas de las claves asociadas a un cargo del cual depende gran parte del éxito o fracaso del festival.

Manuel Millán de las Heras

Manuel Millán de las Heras, compositor, guitarrista y profesor del IES Pedro Mercedes; considera que el nuevo director tiene que tener, «en primer lugar, una alta formación en gestión. No puede venir ningún advenedizo, ni nadie por el estilo. Tiene que ser una persona formada en la gestión e incluso que lo haya estudiado. Existe el máster de Gestión Cultural. Segunda cuestión, puede tener muchísimo espíritu de innovación pero tiene que conocer profundamente el festival porque es un festival demasiado importante. Hay que entender sus entrañas, su historia…hay conquenses como Pedro Mombiedro o Marco Antonio de la Ossa que han publicado unos libros excelentes donde uno puede conocer la SMR desde sus orígenes, desde todos los puntos de vista. Y también debe tener una profunda entrega, constante y dedicación no sé si exclusiva o casi exclusiva. Por mí,  exclusiva aunque cueste dinero pero es necesario y bien invertido».

Estas mismas fuentes, una de las voces más autorizadas por su profundo conocimiento de la SMR, apuntan que «la gente puede creer que soy radical pero conozco la Semana desde su raiz y creo que no se puede perder la profunda y especial esencia que tiene. Imagina que por popularizar el Festival de Cante de las Minas llevamos a personas magníficas haciendo regaeton o canción de autor…perderíamos la esencia del cante jondo y todo lo que supone. La SMR es profundamente experimental desde sus orígenes, por los encargos de obras de nueva creación, desde la investigacion musicológica…darle una visión menos comprometida y profunda para intentar llegar a un público que tampoco va a ser mucho más masivo lo que hacemos es perder la esencia, el compromiso y la excelencia. Hay que basarse en unos pilares poderosos como es la nueva creación, la recuperación del patrimonio del pasado…y con ciertos riesgos desde la calidad. Este festival no debe centrarse en ampliar su público con músicas que tienen cabida en tantos otros espacios y que no tienen nada que ver con la espiritualidad y la religiosidad de este festival».

Marco Antonio de la Ossa Martínez
Marco Antonio de la Ossa Martínez

Marco Antonio de la Ossa, docente, musicólogo y gestor cultural; coincide en la necesidad de «conocer muy bien el festival, la historia del festival y, también conocer muy bien la ciudad: el público que viene, las características del ciclo durante sus 59 años, que se dice pronto… y a partir del estudio y el conocimiento tanto del festival como de la ciudad pues plantear una propuesta dentro de la personalidad del propio director artístico. No se trata de quedar mirando atrás pero sí saber de dónde se parte para mirar hacia adelante. Pero teniendo muy en cuenta lo que ha ocurrido antes y sobre todo no incluir innovaciones o novedades que no lo son. Aquí se ha hecho prácticamente de todo. Creo que es fundamental conocer lo que se ha hecho para no vender novedades que no existen. Sin perder la esencia del festival y sus características que le han llevado a ser uno de los ciclos más prestigiosos a nivel internacional y que se conociera Cuenca en muchos puntos gracias a la SMR».

De la Ossa, autor de “La Semana de Música Religiosa de Cuenca (2001-2019), considera fundamental que «hay que conocer qué artistas y qué agrupaciones son las que marcan la pauta en la música en nuestros días y tratar de atraer a Cuenca a estas formaciones e intérpretes de gran prestigio internacional, tal y como ha ocurrido en la SMR. Ahora imagino que los presupuestos serán menores y también tiene que ser una persona que trate de moverse y que aúne no sólo el dinero público y se dé una ronda por empresas para que apoyen a la Semana. También me gustaría que se apoyara a los músicos conquenses profesionales, que tuvieran un espacio en la SMR para promocionarlos. A lo mejor no los conocemos y sería un buen momento de promoción para ellos. Las claves del festival han sido el apoyo a la investigación musicológica, formento de la creación conteporánea; atracción de grandes agrupaciones, directores e intérpretes a Cuenca, recordar grandes partituras sacras de la historia de la música…son cosas que han funcionado en todas las etapas. Se trata de ir teniéndolas en cuenta y luego, lógicamente cada uno dejaría su espacio».

Pedro Mombiedro

Pedro Mombiedro, ex director de la Fundación de Cultra Ciudad de Cuenca, tiene una amplia experiencia en gestión cultural y ha vivido muy de cerca la propia SMR. «Antes habría que dar una vuelta a la propia organización de l a SMR porque ha habido otras épocas en las que la dirección técnica y artística estaba unida. Luego se separó. A lo menor sería algo que se podría reconsiderar. Diseñar el perfil creo que puede ser lo más sencillo porque es algo lógico y de sentido común que cualquier puede entender. Tiene que ser una persona con una experiencia acreditada, que conozca bien cómo fuciona un festival internacional, que conozca lo que supone la SMR para la ciudad de Cuenca, que conozca el repertorio, que tenga contactos en los circuitos musicales. 

Mombiedro da una pista en cuanto a las distancia geográficas que habría que recorrer para encontrar sustituto. «Creo que no hay que ir muy lejos para buscarlo. En Castilla-La Mancha hay gente con suficiente experiencia y formación como para poder hacerlo. Son cosas de sentido común. No hay que buscar nada extraño.  Y otra cosa que hay que tener en cuenta es la forma de selección. Hay muchas formas de hacerlo, según la experiencia de otros festivaes: por asignación directa, por proyecto, por invitados, selección abierta…».

Pedro Pablo Morante

Pedro Pablo Morante, compositor, director de orquesta y docente estima que «debe ser una persona con experiencia, sobre todo, en gestión en festivales importantes y que sea una persona abierta para hacer ciertas innovaciones pero que nunca se rompa la idiosincrasia del propio festival que pasa por traer buenas orquestas de ámbito internacional con programas de todas las épocas sin olvidar las nuevas creaciones. La persona debe tener bastante experiencia. Si tienen vinculación con Cuenca o no, eso puede ser indiferente pero sí se necesita conocer la trayectoria de todos estos años en la SMR. Si la persona no lo conoce se puede poner a programar el ciclo de música antigua de Segovia y no es lo mismo, aunque pueda tener sus puntos en común. No es lo mismo la SMR que otros ciclos de música religiosa que se pueden hacer en España».

Morante destaca que «hemos pasado a un momento en que se está innovando en muchas cosas, que está muy bien, pero no se puede perder ese momento que tiene la SMR de grandes obras y orquestas. Y en los momentos en los que no hay grandes presupuestos pues grupos no tan numerosos pueden ser más asequibles. Pero, sobre todo, la nueva creación es fundamental. Un gran impulso sería que se hiciese más de un encargo de obra de nueva creación y que se diera ocasión a un compositor experimentado y a un compositor novel».