El Consorcio Ciudad de Cuenca ha encargado, por petición del Ayuntamiento de la ciudad, la realización del estudio previo a la restauración de las pinturas murales y decoraciones de la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz de la capital. Se trata de la segunda fase de la rehabilitación integral del templo, donde los trabajos de la primera parte terminarán previsiblemente antes de fin de año.
En la última visita que realizó el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, al templo ubicado en el barrio de San Antón adelantó que habría una segunda fase, una vez culminada la de consolidación y reparación, que acometerá la restauración de los frescos de la iglesia. Hasta ahora, los trabajos están consistiendo en la reparación de las grietas localizadas en los techos y muros laterales de la iglesia, así como de las patologías localizadas en las fachadas del edificio, como fisuras, desconchados y manchas de humedad, con pintura íntegra; y el arreglo y reconstrucción de las partes del alero en mal estado.
Por ello, antes de finalizar la primera fase de la reforma el Consorcio se ha puesto manos a la obra para encargar el estudio de la restauración de los frescos de la iglesia de la patrona de Cuenca. A través de un contrato menor, el proyecto está en licitación con un presupuesto base de 13.500 euros (sin impuestos), cuyas ofertas se pueden presentar hasta el próximo 6 de noviembre a través de la Plataforma de Contratación del Sector Público.
La asociación Hispania Nostra, que recoge cerca de 900 monumentos españoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actúa de inmediato, incluyó este bien en su Lista Roja de Patrimonio en 2021 por el estado en el que se encontraba. El motivo de la inclusión se debió a que es uno de los mejores ejemplos de decoración mural rococó que se puede encontrar en un edificio religioso en España, según la agrupación de patrimonio histórico.
«Las pinturas murales que decoran el interior de la iglesia se encuentran en un estado lastimoso, con grave peligro de perderse. Además, no sólo podemos ver como la policromía de las escenas se va descorchando, deteriorando y perdiendo, sino que también son visibles grandes grietas que amenazan con caer y llevarse parte del techo del monumento», se señala en la ficha que justifica la inclusión.
Objeto del contrato
Según el pliego de prescripciones técnicas del contrato, los estudios previos servirán de base para definir los trabajos necesarios en una segunda fase de restauración, centrada en la denominada “Restauración de las pinturas murales y decoraciones de la Iglesia”. En este sentido, el técnico o empresa especializada en restauración de bienes de interés cultural adjudicatario tendrá que realizar las tomas de muestras básicas y la adecuada planimetría o escaneado tridimensional que permita analizar detalladamente el estado de los materiales existentes.
Con estos resultados obtenidos, deberá justificar la metodología y los tratamientos a realizar. Concretamente, los trabajos a realizar en el interior del edificio serían los siguientes:
- Caracterización de las estratigrafías y de los materiales constitutivos originales (pigmentos, aglutinantes y cargas) y añadidos
- Caracterización compositiva, textural y microestructural de morteros
- Identificación de productos de alteración (sales, oxalatos, carboxylatos)
Con todo ello, el adjudicatario tendrá que planificar una actuación global o mediante fases, considerando incluso su compatibilidad con
el uso religioso del templo. Este técnico o empresa especialista deberá tener capacitación acreditada para preservar, diagnosticar y aplicar tratamientos a obras de arte y patrimonio cultural, según los pliegos. Su labor implicará un estudio detallado de la obra utilizando técnicas avanzadas y colaborando con historiadores y científicos para garantizar la intervención mínima necesaria, con criterios de reversibilidad para asegurar la preservación del bien a largo plazo.













