La iglesia de la Virgen de la Luz, en Cuenca, acaba de ser incluida en la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociaciĆ³n Hispania Nostra (www.listarojapatrimonio.org) y que recoge cerca de 900 monumentos espaƱoles que corren el riesgo de desaparecer si no se actĆŗa de inmediato.
El templo, que es propiedad del Ayuntamiento de Cuenca aunque su uso estĆ” cedido a la Iglesia CatĆ³lica, presenta problemas en su interior, segĆŗn diagnostica la organizaciĆ³n conservacionista. Ā«A pesar de que el estado exterior del templo es bueno, el interior amenaza desprendimiento. Las pinturas murales que decoran el interior de la iglesia se encuentran en un estado lastimoso, con grave peligro de perderse. AdemĆ”s, no sĆ³lo podemos ver como la policromĆa de las escenas se va descorchando, deteriorando y perdiendo, sino que tambiĆ©n son visibles grandes grietas que amenazan con caer y llevarse parte del techo del monumentoĀ», se seƱala en la ficha que justifica la inclusiĆ³n. Respecto a esas grietas, el pĆ”rroco, Ćngel GarcĆa Benedicto, lanzaba un mensaje de tranquilidad este martes en Voces de Cuenca al afirmar que la principal del techo estaba estabilizada.
Historia
La Iglesia de la Virgen de la Luz -tambiĆ©n llamada de San AntĆ³n- estĆ” declarada Bien de InterĆ©s Cultural. Fue iniciada en el siglo XVI y finalizada en el siglo XVIII por MartĆn de la Aldahuela. En el solar ubicado sobre la actual iglesia se situaban antaƱo 2 ermitas, una dedicada a Nuestra SeƱora del Puente -nombre con el que se conocĆa a Nuestra SeƱora de la Luz en el siglo XVI- y a San Antonio Abad. Las dos ermitas estaban bajo el cuidado del Hospital de San Antonio, construido en 1352, y situado al lado de la ermita de Nuestra SeƱora. Debido a la deficiente calidad constructiva, ambas ermitas fueron deteriorĆ”ndose poco a poco, hasta que se decidiĆ³ sustituirlas por la actual iglesia, agrupando asĆ, en un Ćŗnico templo de mayor tamaƱo, ambos espacios.
Durante la guerra de la Independencia (1808-1814), la iglesia sufriĆ³ graves daƱos: se destruyĆ³ el baldaquĆn original, los retablos y algunas de las pinturas murales. Al terminar la guerra, la iglesia fue olvidada y abandonada, hasta que en 1943, Fernando Chueca la redescubriĆ³ y revalorizĆ³, refiriĆ©ndose a ella en alguno de sus escritos como la obra cumbre de la arquitectura borrominesca espaƱola. En la actualidad, el Ayuntamiento cuenta con la propiedad de la iglesia y ha sido, recientemente, declarada Bien de InterĆ©s Cultural en la categorĆa de Monumentos.
DescripciĆ³n
La iglesia cuenta con una sola nave, que presenta un marcado eje longitudinal cortado por dos transversales; estos ejes lo conforman tanto el crucero de la iglesia, como las capillas laterales intermedias. La iglesia es albergue de la patrona de la ciudad, por ello, el altar lo preside la imagen de la Virgen de la Luz, representada a travƩs de una talla de tez muy oscura.
En su interior destacan, entre otras manifestaciones artĆsticas, los lienzos que alberga la Capilla Mayor, asĆ como las pinturas murales al fresco, realizadas por MartĆn de Aldehuela y terminadas hacia 1764. El ciclo iconogrĆ”fico principal en toda la iglesia se refiere, tanto a la Virgen Patrona de Cuenca como a San Antonio Abad. Se puede apreciar la abundante decoraciĆ³n de estilo rococĆ³, con profusos recuadros con rocalla y tribunas con celosĆas. AdemĆ”s, cuenta con una bĆ³veda de caĆ±Ć³n con lunetos y arcos fajones en la nave y una cĆŗpula elĆptica sobre tambor con ventanas y linterna en el crucero.
El exterior de la misma estĆ” enfoscado y pintado en color; en Ć©l destacan sus dos portadas, correspondientes a las dos ermitas situadas anteriormente en el mismo lugar. La portada izquierda -lado del Evangelio- es de estilo plateresco y, en la actualidad, estĆ” inutilizada; se trata de la antigua portada de la Ermita de Nuestra SeƱora del Puente y es la Ćŗnica parte de las antiguas ermitas que fue conservada al construir la iglesia actual. La portada derecha -lado de la EpĆstola- corresponde a la actual entrada de la iglesia y fue modificada a mediados del siglo XX, debido a que su escasa altura dificultaba la salida de los pasos procesionales.