“No voy a dejar ni un céntimo que esté programado para la cultura sin gastar”

Entrevista con Miguel Ángel Valero, concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio del Ayuntamiento de Cuenca y diputado provincial de Cultura y Patrimonio

Miguel Ángel Valero es un hombre ocupado, o para ser más alambicado en el lenguaje, multidisciplinar. A su ocupación habitual de profesor universitario, arqueólogo y director del yacimiento de Noheda aúna desde el pasado año los cargos públicos de concejal de Cultura, Turismo y Patrimonio del Ayuntamiento de Cuenca y diputado provincial de Cultura y Patrimonio. A pesar de que su agenda es de las más apretadas del panorama político conquense, porque además no está liberado, Miguel Ángel afronta con entusiasmo sus distintas labores, exhibiendo una ilusión contagiosa en cualquiera de las competencias que tiene asumidas en sus poliédricas vertientes profesionales.

– ¿En un momento tan complicado como el que estamos viviendo cómo está la situación de la cultura en nuestra ciudad?

Está como en el resto de España y es una de nuestras mayores preocupaciones. Para mí la cultura es fundamental, ha sido un revulsivo durante el confinamiento y no me atrevo a decir que es un bien de primera necesidad pero así la hemos usado. Nos preocupa mucho la cultura y por eso estamos haciendo lo indecible para mantener el pulso, lo que pasa es que tenemos unas circunstancias sanitarias que a veces nos cercenan todo un trabajo, por ejemplo en Cuenca durante el verano se suele hacer la programación «Veranos en Cuenca». Como no hemos podido celebrarlo por la crisis sanitaria lo que hemos hecho es un trabajo silente, que no se ve pero que es el mismo, es decir lo vamos a celebrar con la ayuda técnica del Auditorio y lo que vamos a hacer es grabar a todos los artistas conquenses que se han querido apuntar para darles una actuación para que luego podamos tener esas grabaciones en un canal de Youtube y la internacionalización que ello conlleva. Sé que no es lo mismo tener “Veranos en Cuenca” en la plaza de la Merced disfrutando todos de ese enclave pero hemos ayudado, en la medida de las posibilidades, a todos los grupos que se han querido apuntar y además hemos aportado más dinero por el coste de la propia grabación, que hemos sacado a concurso público. Paralelamente hemos hecho tres actividades que nunca se habían hecho: el Día de la Música en junio con una actividad controlada y 8 actividades que los conquenses pudieron disfrutar de manera gratuita, además hemos programado y desarrollado el Paseo del Arte, que es una absoluta maravilla, y aunque desgraciadamente  hemos tenido que hacer un paréntesis por la situación actual volveremos con ello en cuanto podamos, y luego hemos hecho Cuenca Cultura a Cielo Abierto, en la que hemos bajado las actuaciones a la parte nueva de la ciudad para tener más accesibilidad y cumplir con las circunstancias sanitarias y que desgraciadamente también hemos tenido que parar. Desde el Ayuntamiento estamos haciendo lo indecible por mantener el pulso y echándole imaginación para adaptarnos a estas desgraciadas circunstancias.

– Nos acercamos al otoño, que es una época en la que en Cuenca hay mucha actividad cultural. ¿Qué perspectivas tienen para estas fechas cuando las cifras de contagios cada vez van siendo más preocupantes?

Ese es el problema. Nosotros todo este tiempo hemos ido programando para otoño pero con la perspectiva de adecuarlo a las nuevas circunstancias sanitarias. El problema es que todo esto es una situación a la que jamás nos hemos enfrentado y desde el Ayuntamiento tenemos mucho interés en que la chispa de la cultura se mantenga, por eso vamos a seguir programando aunque sea con la incertidumbre de qué vamos a poder hacer de cara al público. Si no se pudiese hacer así es intención del Ayuntamiento volver a mantener esa agenda online que nos sirve para insuflar aire a nuestros artistas de todo tipo para que si tenemos que tirar de redes sociales tengamos una buena programación que ofrecer. Esto es como un circo de varias pistas en el que tenemos todos los platos intentando girar y corremos de una pista a otra para que, echándole imaginación, no se nos caiga ninguno.

– Usted está en contacto con muchas personas que viven de la cultura, que al fin y al cabo también es un sector económico. ¿Qué es lo que le transmiten?

Nos transmite su inquietud, que nosotros compartimos y que intentamos paliar dentro de nuestras posibilidades. La cultura conquense está compuesta de diversas personas y asociaciones que se dedican profesionalmente a ello y nos preocupan muchísimo porque queremos echarles una mano pero no podemos dejar que se nos vaya de la mano desde el punto de vista sanitario, por eso lo que estamos es reinventándonos permanentemente, proyectando y programando actividades con público o sin él pero que repercutan en la gente que se dedica a la cultura. No voy a dejar ni un céntimo que esté programado para la cultura sin gastar, lo vamos a gastar en ellos adaptándonos a las nuevas circunstancias.

“Desde el Ayuntamiento estamos haciendo lo indecible por mantener el pulso y echándole imaginación para adaptarnos a estas desgraciadas circunstancias”

– Nos acercamos a fechas en las que cada vez se van a poder hacer menos cosas al aire libre en Cuenca pero quizá otras sí que se pueden consumir más en casa, como la lectura u otras actividades. ¿De qué manera vamos a afrontar en los próximos meses nuestra relación con la cultura?

Lo que hicimos fue un programa que abarcaba las dos áreas en las que trabajo que era Cultura en Tiempos del Covid. Está claro que las nuevas tecnologías son un apoyo fundamental para la cultura. Es posible que en determinadas épocas no podamos visitar un museo pero aunque no lo podamos visitar podemos hacer grabaciones y emitirlas online, e igualmente con actuaciones musicales u otras actividades culturales. Queremos utilizar esas nuevas tecnologías para insuflar aire a toda esa gente que trabaja en el mundo de la cultura para que luego tengamos una oferta cultural amplia: música, poesía, artes  plásticas, etc… Lo que vamos a hacer, de la mano de la Junta de Comunidades, es montar todo un sistema para que al tiempo que ayudamos económicamente tengamos un elemento de consumo y una radiografía de cómo está la cultura en 2020, porque una cosa que nos hemos encontrado durante la pandemia es que no tenemos grabaciones de nada y no se podía emitir nada. 

– Todo esto que hablamos de la ciudad de Cuenca es extrapolable a la provincia y si me apuras incluso más porque en los pueblos cuando más actividad hay es en verano.

Efectivamente, eso mismo que hemos proyectado en la ciudad lo hemos multiplicado en los más de 200 municipios de la provincia. Esas mismas grabaciones las vamos a hacer del programa Talía, e incluso de los que no estaban en el programa. Se les pagará su actuación, se les pagará el viaje y se les grabará y así tendremos un repositorio perfecto de cómo están bandas, variedades, folk, todo lo relacionado con la cultura. Pero no sólo eso, desde Diputación también queremos ir a grabar pequeños documentales tanto del patrimonio histórico como del patrimonio intangible, de las tradiciones, de historia de nuestros pueblos, de curiosidades. No hemos cercenado las ayudas culturales, las hemos sacado con la misma cuantía pero adaptándonos a las circunstancias. Si antes sólo estaban derivadas para acciones que implicaban un agrupamiento de personas ahora no es necesario que sea así y hemos abierto el abanico a actividades de otro tipo.

“El trabajo que estamos desarrollando, si bien de manera silente, lo estamos haciendo con la proyección de que se pueda ejecutar, si no es así no pasa nada, el trabajo estará realizado y en cuanto veamos la posibilidad de ejecutará”

– ¿Se ha visto afectado por esta situación alguno de los proyectos estratégicos a nivel cultural tanto de Cuenca ciudad como de la provincia?

En todas las actividades que hemos programado le hemos puesto toda la ilusión hasta que se abren las puertas, en todos los eventos municipales estamos programando de esa forma y en los provinciales igual. En la colección Roberto Polo seguimos trabajando para su arribada a Cuenca, tanto de la colección como de alguna otra cosa, por tanto el trabajo que estamos desarrollando, si bien de manera silente, lo estamos haciendo con la proyección de que se pueda ejecutar, si no es así no pasa nada, el trabajo estará realizado y en cuanto veamos la posibilidad de ejecutará.

– En una situación como esta hay que preguntarse si algunos artistas o asociaciones se pueden quedar en el camino y tener que cesar su actividad. ¿Qué es lo que usted está viendo en ese sentido?

Como decía antes lo que hemos hecho es, ante esa posibilidad, reinventarnos, manteniendo la posibilidad de realizar las actividades, manteniendo la actividad formativa y por si acaso no se pueden agrupar las personas dar la posibilidad de que se puedan comprar los materiales necesarios para el desarrollo de su actividad cuando las cosas se normalicen. Y para los ayuntamientos lo mismo. Desgraciadamente toda esta situación es muy cambiante pero estamos estrujándonos la cabeza para poner en marcha todas las posibilidades de ayuda a la cultura que estén en nuestras manos. No es una situación fácil pero por esfuerzo, por horas y por imaginación no va a quedar, hay que dar las gracias a todos los técnicos que están trabajando en esto porque están haciendo un trabajo magnífico superando la ansiedad que genera una situación como ésta.

– En cuanto al turismo relativo a nuestra ciudad, competencia que también es suya en el equipo de gobierno municipal, ¿qué nos puede decir de cómo va la campaña turística de verano de un sector tan crucial para la economía de nuestra ciudad?

Se va a sorprender porque tenemos las cifras turísticas del mes de julio y del mes de agosto y son muy buenas. Nosotros empezamos a trabajar desde el principio de la desescalada con campañas publicitarias, una que hemos trabajado con las ciudades patrimonio de la Humanidad, otra que hemos trabajado con la Junta de Comunidades y otra de la mano de la Diputación. En todas ellas la ciudad de Cuenca es partícipe y protagonista. Gracias a esa promoción y al trabajo que estamos desarrollando desde la concejalía de turismo le puedo decir que en el mes de julio hemos tenido más visitantes que en ese mes del año pasado y a 23 de agosto tenemos más visitantes que en todo el mes de agosto de 2019, o de 2018 y estamos a un paso, que yo creo que lo haremos, de superar uno de los mejores años, que fue 2016. Creo firmemente que gracias al trabajo de todos los agentes implicados y a la seriedad del sector de Cuenca, a esa imagen de ciudad abierta, cultural y tranquila estamos teniendo unos datos que no son normales en una situación anormal como es ésta.

“Las cifras turísticas del mes de julio y del mes de agosto son muy buenas”

– ¿En cuanto al patrimonio, qué actuaciones más importantes tienen previstas tanto en la ciudad de Cuenca como en la provincia?

Por un lado tenemos en la ciudad varias líneas en patrimonio. Las ayudas a la restauración y rehabilitación de patrimonio histórico las estamos derivando todas a través del Consorcio. Además es intención del Ayuntamiento acelerar todos estos proyectos, de hecho la calle Canónigos, el edifico Almudí, la calle Pilares van a salir ya a licitación porque lo que queremos es que la restauración y la puesta en valor del patrimonio ayude a la economía. Por otro lado desde la perspectiva de Cuenca como ciudad patrimonio de la Humanidad estamos dentro de las ciudades de destino turístico inteligente y nos hemos dado cuenta de que en el sector turístico hay que dar un paso más. A través de las ayudas económicas del ministerio hemos solicitado una aplicación móvil para poder hacer realidad virtual y aumentada que ayudará a la proyección turística de nuestra ciudad. Como hemos conseguido el sello de turismo familiar y muchos de nuestros visitantes son de este ámbito queremos trabajar mucho el turismo vinculado a la familia y a los niños, es decir, lo que son las actuaciones patrimoniales no sólo iremos a actuaciones de restauración y rehabilitación, que van a ser muchísimas, sino también a devolver a la sociedad lo que es esta inversión, es decir a trabajar en la interpretación del patrimonio que ayudará a poner en valor nuestra ciudad. Si eso lo trasladamos a la provincia tenemos una cosa similiar, de hecho ya tenemos más de cuatro millones de euros dedicados a obras vinculadas a la musealización y puesta en valor de diversos yacimientos o enclaves históricos, hablo de todos los yacimientos íberos o romanos de la provincia además de muchas de las murallas como la Uclés, Moya o Alarcón. En todos estos yacimientos o elementos históricos se rehabilitarán siendo respetuosos con actuaciones totalmente reversibles, que es muy importante, y además utilizaremos las nuevas tecnologías para ayudar a la interpretación. Queremos que el visitante a estos yacimientos tenga poco margen a la imaginación, mediante la realidad virtual y aumentada y unos diseños museográficos completamente reversibles que no haga falta que el turista imagine nada, que lo vea y que se sienta como en un foro romano o dentro de un elemento histórico cualquiera que sea éste.

– En tu condición de director del yacimiento de Noheda ¿cómo ha ido este año tanto desde la perspectiva de las excavaciones como desde el punto de vista de lo que supone como recurso turístico?

En cuanto a la vertiente investigadora en las excavaciones arqueológicas tenemos subvenciones de las que saca la Junta o el Ministerio y todos los años los hemos hecho con esta metodología, que implicaba que había arqueólogos y había estudiantes. Este año por el COVID no han salido estas ayudas por tanto la actividad de excavación que solíamos tener en julio y agosto desgraciadamente no hemos podido desarrollarla. No obstante los trabajos desarrollados en años anteriores nos ha permitido avanzar en el trabajo de laboratorio, gracias al cual hemos podido recomponer la dieta de la gente que vivía y trabajaba en Noheda, gracias a eso hemos podido analizar de dónde vienen los vidrios y las texelas que se emplearon en Noheda, y hemos descubierto que algunas de las texelas procedían, nada más y nada menos, de Egipto. Por tanto traer este material aquí implica una grandísima capacidad económica. Hemos descubierto también de dónde venían las esculturas, que venían de Naxos y Paros, cuando en esta época no es habitual poder traer esculturas nuevas sino reutilizar las del alto imperio, pero el dominus de Noheda tenía la capacidad económica para comprar mármoles de Oriente. Es decir el trabajo continúa, este año hemos sacado siete u ocho artículos nuevos y hasta que nos confinaron participamos en varios congresos, así que la actividad investigadora ha continuado. Y en cuanto a la actividad turística, desde el 19 de julio del año pasado que abrimos Noheda se convirtió en el yacimiento más visitado en proporción de toda Castilla-La Mancha. A partir de la nueva reapertura tenemos una lista de espera hasta octubre y noviembre, es decir Noheda es un yacimiento único y los visitantes así lo entienden, por tanto queremos que sea un elemento dinamizador de la zona y que empiece a trabajar para la comarca. En este sentido la ciudad romana de Ercávica era una gran desconocida y desde hace algún tiempo no tenía visitas, pues gracias a la apertura de Noheda y a que los guías de su visita hablan también de Ercávica hemos conseguido que ésta también se abra y que muchos visitantes de Noheda semanas después van a conocer ese yacimiento que desconocían, lo cual es una verdadera maravilla porque hemos generado puestos de trabajo en esta zona.

– Otra de las grandes joyas de la corona es Segóbriga, que está gestionada por Diputación y que también está en tono ascendente o al menos lo estaba antes de la pandemia.

Desde que llegamos el nuevo equipo de gobierno de la Diputación quisimos darle un nuevo impulso a la proyección turística de Segóbriga. Empezamos a trabajar en nuevas líneas que ahora se van a ejecutar, como la restauración y la musealización del foro pero también algo en lo que se llevaba años sin trabajar, como es el graderío del teatro romano que se estaba deteriorando. Pero además desde el punto de vista turístico nos interesaba mucho abrir el espectro para que Segóbriga se abriese al entorno, es decir que todos los hosteleros, hoteleros y agentes culturales del entorno vieran que es un punto que atrae gente pero que además puede ser un punto desde el que se lleva gente a otros sitios. El aumento de Segóbriga lo hemos querido hacer al unísono con otros elementos patrimoniales que antes los teníamos aislados, todo bajo la premisa de que unidos conseguimos más. Tenemos un patrimonio brutal entre Segóbriga, Belmonte, Uclés, Huete, Ercávica, Noheda, es decir lo que queremos es trabajar con todos y cada uno de los ayuntamientos patrimoniales para que tengamos un paquete completo y que de esa manera el visitante de Segóbriga descubra que tiene otros elementos interesantes, intentando así generar pernoctaciones y desde luego muchas más visitas. El trabajo en conjunto con la suma de los elementos patrimoniales lo que ha conseguido es que aumentemos en oferta y aumentemos en demanda.

– Para terminar me gustaría que nos hiciera una reflexión final sobre la importancia de la cultura y el patrimonio en un momento en el que, lógicamente, lo prioritario es la sanidad y la salud de todos pero en el que tampoco debemos olvidar otras cosas que nos enriquecen el espíritu.

Quiero ser muy respetuoso con las palabras que voy a usar. En esta época oscura desde el punto de vista de que hemos tenido muchísimo miedo, que hemos estado encerrados y enganchados a las redes y a internet, el espíritu nos ha ayudado a mantenerlo vivo la cultura desde todos los ámbitos, la música, la poesía, los documentales de historia, los monumentos. Yo no digo que la cultura sea un bien de primera necesidad pero se ha erigido en esta fechas como un bien que nos ha ayudado a mantener la esperanza y el ánimo, por tanto invertir en cultura y en educación es invertir en futuro, en nuestro desarrollo. Siempre pongo el mismo ejemplo, después de la II Guerra Mundial Alemania y Japón son los perdedores, con todo lo que eso implica en cuanto a sanciones económicas y militares. Esos dos países invirtieron en cultura y al paso de los años dónde están Alemania y Japón y dónde están otros países que no hicieron lo mismo. La cultura nos da futuro y nos da libertad.