Los primeros análisis detectan material genético de coronavirus en las aguas residuales de Cuenca

A partir de ahora se realizará una muestra semanal durante aproximadamente los próximos cinco meses en la que se irá conociendo la evolución de la carga viral en las aguas residuales conquenses

La primera toma de muestras del estudio epidemiológico que están llevando a cabo los Ministerios para la Transición Ecológica y de Sanidad para la detección precoz de Covid-19 ha detectado material genético del coronavirus Sar-CoV-2 en aguas residuales de la depuradora municipal de Cuenca.

El estudio se ha llevado a cabo con las muestras tomadas el pasado 22 de julio, las primeras que se tomaron y de las que se acaban de conocer los resultados.

El alcalde de Cuenca, Darío Dolz, que estuvo presente en esa primera recogida de muestras, ha explicado que “según información del propio Ministerio, lo que se detecta a través de este estudio es la presencia de restos de material genético, no virus con capacidad infectiva”. No obstante, en la depuradora municipal se toman las debidas medidas de prevención para evitar el contagio de trabajadores.

El alcalde ha señalado que “es pronto para hacer valoraciones pues únicamente se dispone de los resultados de una primera muestra y es comprensible que se detecten restos genéticos pues el virus sigue presente”. Habrá que esperar por tanto a disponer de más datos para ver la evolución, comprobar si la presencia de restos de material genético del coronavirus Sar-CoV-2 aumenta o no, etc.”.

Cuenca es una de las treinta ciudades españolas que participan en el proyecto de vigilancia de aguas residuales como indicador epidemiológico para un sistema de alerta temprana para la detección precoz de Covid-19, desarrollado a nivel nacional por el Gobierno de España. El objetivo de este estudio es disponer de información para tomar medidas contra posibles rebrotes.

Tal y como ha apuntado el alcalde, este estudio consiste en la toma de muestras semanales de las aguas residuales, permitiendo incluso, si fuera necesario, tomar agua de los colectores y discriminar si el brote, en el caso de que se produzca, afecta a una zona de la ciudad o a otra.

Este programa se realiza inicialmente durante cinco meses, pero su duración definitiva variará en función de la evolución de la pandemia.